Polémica por los centros de detención de niños migrantes
“Están limpios y bien gestionados”, dijo Trump pese a las críticas de grupos de derechos humanos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió ayer los cuestionados centros de detención de inmigrantes menores de edad y aseguró que “están bien gestionados y limpios”, pese a las críticas de legisladores y defensores de derechos civiles que visitaron esas instalaciones y en medio de una creciente tensión por la extensión de una ola nacional de redadas contra los “sin papeles” en todo el país.
“El tour del viernes (realizado por el vicepresidente Mike Pence) demostró claramente, a los políticos y los medios, lo bien que están gestionados y lo limpios que son los centros de detención de niños. ¡Estupendas críticas! ¡El artículo del fracasado New York Times era falso!”, escribió el mandatario en Twitter.
“Las áreas de los hombres solteros están limpias, aunque abarrotadas - también llenas de un gran porcentaje de criminales”, continuó.
“Perdón pero no podemos permitirles entrar a nuestro país. Si las celdas están hacinadas, pues que no vengan a EE.UU. Y díganles a los demócratas que arreglen los vacíos (legales) - ¡Problema Solucionado!”, dijo el mandatario.
El viernes pasado, el vicepresidente Pence visitó dos centros de detención de inmigrantes en Texas, cerca de la frontera sur con México, y aunque reconoció que lo que vio fueron “cosas duras”, culpó de todo a la oposición por no financiar un refuerzo de la seguridad fronteriza y la expansión del muro para frenar completamente el paso irregular de personas.
En uno de sus comentarios más contundentes, cuando fue a otra instalación en McAllen, Texas, donde cientos de hombres estaban en celdas calurosas, hacinadas y hediondas, Pence reconoció que el sistema está “abrumado”.
Michael Banks, el agente a cargo de la instalación oficial en McAllen que visitó Pence, admitió que muchos de los hombres no se habían duchado en 10 ó 20 días y que algunos llevaban detenidos allí 32 días. Algunos de los detenidos dijeron sufrir hambre y que estaban allí desde hace más de 40 días.
Hace pocas semanas, un informe de la inspectoría general describió condiciones insalubres en las instalaciones y citó palabras de un funcionario gubernamental de que se trata “de una bomba de tiempo”.
Al mismo tiempo que Pence realizaba esta visita para contrarrestar las recientes denuncias de legisladores opositores que visitaron algunos de los mismos centros de detención, Trump anunciaba que ayer domingo comenzarían las redadas masivas en nueve ciudades que viene prometiendo hace meses. Las ciudades son Nueva York, Miami, Houston, Los Ángeles y San Francisco, Chicago, Atlanta, Baltimore y Denver.
Ante ese clima de incertidumbre y frente a una nueva ola de rumores, dos importantes cadenas Marriott y Choice adelantaron que no permitirán que sus hoteles se conviertan en centros de detención de inmigrantes. “Marriott tomó la decisión de rechazar cualquier solicitud para utilizar nuestros hoteles como centros de detención. Nuestros hoteles no están configurados para ser centros de detención”, señaló Marriott International en un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.
Por su parte, Unite Here, un grupo que representa a trabajadores de hoteles y aeropuertos en Estados Unidos y Canadá, aseguró en Twitter que el Servicio de Inmigración y Aduanas, “ICE, quiere usar hoteles como cárceles”.
“No sean parte de la separación familiar y el abuso de los derechos de los inmigrantes”, pidió la asociación a la industria hotelera. En paralelo, organizaciones civiles informaron que habían estado preparando con asesoramiento legal a los inmigrantes sin papeles que podrían ser detenidos en esta inminente ola de arrestos. Se estima que miles de personas que ya tienen órdenes definitivas de deportación o que están en medio del proceso legal faltaron a las audiencias por miedo a ser detenidos. ■