Designación clave
Es la alemana Ursula Von Der Leyen. Arranca con un débil mandato: logró apenas 9 votos más de los requeridos.
La conservadora alemana fue elegida para presidir la UE por el voto de la mayoría de los eurodiputados. Si bien fue por 9 votos de diferencia, será la primera mujer en conducir la Comisión Europea.
Suficientes eurodiputados (383 votos a favor, 327 en contra, 22 abstenciones y un voto en nulo) se plegaron este martes a la voluntad de sus dirigentes nacionales y aprobaron el nombramiento de la conservadora alemana Ursula Von Der Leyen como próxima presidenta de la Comisión Europea. Es el cargo más potente (por control presupuestario, influencia política e impacto mediático) de la Unión Europea y por primera vez será ocupado por una mujer.
En 2014 su antecesor Jean-Claude Juncker había sido elegido con 422 votos a favor, 250 en contra y 47 abstenciones. Von Der Leyen arrancará su presidencia el 1° de noviembre con un débil mandato del Parlamento Europeo. La cifra de 327 eurodiputados en contra suponen una losa que le costará sacarse de encima.
El ajustado resultado (consiguió 9 votos más de los necesarios) se entiende porque, aunque logró arañar el apoyo de eurófobos polacos o húngaros y del populismo italiano del M5S, hubo numerosos conservadores y socialdemócratas que se negaron a apoyarla.
Una inmensa mayoría de eurodiputados reaccionó airada hace dos semanas cuando los dirigentes nacionales eligieron a Von Der Leyen para presidir la Comisión Europea por delante de los candidatos que habían hecho la campaña electoral, conocidos como ‘Spitzenkandidaten’: el conservador alemán Manfred Weber, el socialdemócrata holandés Frans Timmermans, la liberal danesa Margrethe Vestager y la ecologista alemana Ska Keller.
La ratificación de Von Der Leyen conlleva la aprobación completa del paquete de nuevos altos cargos. A pesar de no necesitar ratificación parlamentaria, una negativa a Von Der Leyen hubiera hecho caer a los otros tres: la francesa Christine Lagarde al Banco Central Europeo; el primer ministro belga Charles Michel al Consejo Europeo; y el canciller español Josep Borrell como jefe de la diplomacia del bloque.
Von Der Leyen, más conservadora y menos europeísta que Juncker, mejoró hábilmente sus prestaciones en pocos días. Si la semana pasada había provocado inquietud por sus escasos compromisos, ayer a primera hora de la mañana se plantó en la Eurocámara con un discurso más acorde a la composición que las urnas del pasado 26 de mayo dejaron en el Parlamento Europeo: ligeramente más al centro-izquierda y más europeísta que el anterior.
La alemana, que será la primera mujer que presida la Comisión Europea, prometió un “green deal” en sus primeros 100 días en el cargo para que Europa sea en 2050 “el primer continente neutro” en carbono. La lucha contra el cambio climático debería ser, de cumplir su palabra, una de las grandes prioridades de su Comisión Europea y de la agenda de los próximos cinco años. Para conseguir un salto en la lucha contra la crisis climática espera que el Banco Europeo de Inversiones pueda movilizar en 10 años hasta un billón de euros para apoyar la transición energética.
La alemana también prometió una nueva directiva europea de asilo –y que Europa vuelva a rescatar migrantes y refugiados en el Mediterráneo, algo que está lejos de sus competencias porque la inmigración sigue siendo competencia nacional-, un seguro de desempleo europeo complementario con el nacional y hasta un salario mínimo para todo el bloque (varios países no tienen), asuntos que regalaron los oídos del centro izquierda y que le permitieron ganarse más de la mitad de los votos de los socialdemócratas, que de todas formas estaban presionados desde sus capitales para votar a favor. También prometió apoyar políticas de género.
Von Der Leyen buscaba con sus promesas conseguir los votos de todas las fuerzas europeístas, pero la mayoría de los ecologistas rechazó su candidatura, que sí fue apoyada por nacionalistas polacos, flamencos y los conservadores británicos. ■