Nevada en Bariloche y diluvio en Capital
Las precipitaciones obligaron a cortar rutas y cerrar el aeropuerto durante horas. Y 20.000 personas se quedaron sin luz. Pero los centros de esquí estuvieron a pleno.
Bariloche amaneció con una acumulación de medio metro de nieve. Esto produjo cortes de luz y rutas, y reprogramación de vuelos. Hubo 20 mil personas sin luz. A la tarde ya se había restablecido la mayor parte del servicio. Los visitantes disfrutan del inesperado espectáculo. En Mendoza el viento zonda causó una muerte y no habrá clases en varios departamentos. En Capital hubo tormenta, 27 grados de máxima, caída de la temperatura y usuarios sin luz. Se esperan más lluvias y más frío para hoy.
La copiosa nevada que cayó sobre Bariloche y el resto de las ciudades cordilleranas provocó caos y múltiples problemas, pero también momentos que quedarán guardados en la memoria de muchos a lo largo de los años. Las estadísticas marcan que la que se vivió el sábado fue una de las precipitaciones más intensas de la última década. Pobladores, consultados por Clarín, tampoco recuerdan algo parecido en bastante tiempo.
La ciudad colapsó bajo el peso de la nieve. Calles y rutas cortadas durante 12 o más horas, el vuelco de un colectivo con turistas que unía villa La Angostura con Bariloche dejando algunos heridos, coches encajados entre el barro y la nieve, caída de las comunicaciones telefónicas, y pasajeros varados en el aeropuerto y en la terminal de colectivos son algunas de las postales que generó el fenómeno meteorológico.
Hoy debían volver las clases tras el receso invernal (fue del 8 al 19), pero en La Angostura y Aluminé ya fueron suspendidas. Mientras que los pasos fronterizos con Chile permanecen cerrados. Las rutas están habilitadas, pero solo con el uso de cadenas.
Entre 15 mil y 20 mil usuarios se quedaron sin luz en Bariloche y por lo tanto también perdieron la posibilidad de utilizar sus teléfonos celulares cuando las baterías se agotaron. En las heladeras la comida comenzó a perder la cadena de frío, y a medida que fueron pasando las horas se hizo imperiosa la necesidad de poseer linternas con pilas o velas, como en aquellas épocas en que Bariloche era una típica aldea de montaña.
También hubo problemas con la electricidad en San Martín de los Andes y La Angostura. Lo cierto es que numerosos turistas no se percataron que se venía la noche hasta que ya se hizo tarde y debieron correr a los almacenes del barrio con el rostro desencajado.
Es que se pasaron gran parte del día jugando sobre la carpeta blanca. En las afueras de los complejos de cabañas, decenas de personas llevaban adelante su propia guerra de la nieve, familias enteras se dedicaban a armar desde típicos muñecos hasta rampas para saltar con el snowboard.
Lo que era la diversión de unos se convertía en el padecimiento de otros. Quienes por cuestiones urgentes debían dirigirse al centro de la localidad padecían las bajas temperaturas y la ventisca escondidos en las casillas de la parada del colectivo. El transporte pasaba cada una hora o más. Finalmente por la noche el servicio se interrumpió.
A lo largo de las avenidas Pioneros y Bustillos se observaban autos y camionetas 4x4 atrapadas en 50 centímetros de nieve. La solidaridad de los vecinos y de otros turistas se puso de manifiesto una y otra vez.
En otra postal, un colectivo repleto de adolescentes en su viaje de egresados se detuvo por unos minutos en un descampado camino a Catedral y dejó que los chicos disfrutaran libremente de la ansiada nieve.
Las últimas nevadas importantes que se registraron en Bariloche son las de 1984, que llevó a los dos metros acumulados en la base del cerro Catedral; la de 1994, con abundante precipitación y hielo especialmente duro que permaneció en las calles durante una semana; y la de 2017, también en el inicio de la temporada alta que provocó dos días de colapso y dejó varadas en el aeropuerto a unas 3.000 personas.
En esta oportunidad también hubo viajeros anclados en el aeropuerto y la terminal de colectivos. Volaron las quejas por lo que consideraron una falta previsión. Pasajeros que imaginaban vacaciones sin estrés
debieron aguantar las demoras y la helada. Anoche, las aerolíneas habían reubicado a todos, pero algunos
recién podrán volar el sábado.
Ayer, el municipio de Bariloche estableció un servicio gratuito para los pasajeros que debían ir o volver desde los centros de partida. Los interesados tenían que acudir a la sala de Informes de Turismo ubicada en el Centro Cívico de la localidad.
Desde Aeropuertos Argentina 2000 atendieron a los pasajeros que esperaron en el aeropuerto local con mantas y agua mineral. También se extendió el horario de las cafeterías del complejo.
El sábado por la tarde ya escaseaban los remises y los taxis, y quienes debieron permanecer en la localidad se encontraron con una hotelería ocupada al 100%. En una ciudad de 40 mil camas, entre registradas e informales, por estos días hay escasa disponibilidad.
“No recuerdo una nevada así últi
nevó todo el día y eso es raro”, cuenta un montañista de larga experiencia. “Estamos abiertos ahora, pero en cinco minutos, no sé” explica el dueño de almacén ubicado en los kilómetros. “Buenos días”, saluda el cronista a un hombre que parece en problemas en una subida con su camioneta. “Está por verse si son buenos”, responde con estoicismo.
En los barrios, personal de la Cooperativa Eléctrica Bariloche emprende la compleja operación de reactivar el servicio entre el frío y la nieve que ayer cayóp de manera más intermitente. Las ramas de los árboles cayeron sobre el tendido bajo el peso de la nieve. Provoca el cortocircuitos y roturas que ahora deben ser reemplazadas.
El sábado, más de 20 mil personas debieron retornar obligadamente un estilo de vida muy simple. Las velas reemplazaron a la luz eléctrica y las charlas a los mensajes por WhatsApp.