Clarín

El médico planteará que no dañó a Pérez Volpin y que ella estaba “muy enferma”

Lo adelantó su abogado. Dirá que el endoscopio no pudo haberle herido el esófago, tal como sostiene la familia.

- Julieta Roffo

"Estoy convencido de la inocencia de Bialolenki­er. Esperamos que se descubra la verdad, que se pueda probar que todo lo que se dijo no es cierto, y que termine absuelto", dice Isaac Roberto Churba, abogado del médico endoscopis­ta acusado de homicidio culposo en la causa que investiga la muerte de Débora Pérez Volpin.

Según el letrado, la periodista y legislador­a "estaba muy enferma" ya partir de hoy "eso se va a empezar a dilucidar". "Será la oportunida­d de que se vea qué patologías tenía, qué pudieron producir el paro cardíaco", afirma. Churba sostiene que entre sus argumentos de defensa principale­s estará remarcar "que no fue el endoscopio lo que provocó la muerte. Se imputó al endoscopis­ta porque habría perforado el esófago y sostenemos que no pudo haber sido el endoscopio, por la propia morfología del instrument­o, que es flexible, tiene punta roma, no es lesionante", agrega.

"La anestesist­a quiere que se haga el juicio cuanto antes, por eso estuvimos completame­nte de acuerdo en cuestionar la suspensión que dispuso el juez en junio. Como cualquier imputado, Puente necesita que la justicia le diga si es culpable o inocente", explica Eduardo Gerome, representa­nte de Nélida Inés Puente, también acusada de homicidio culposo.

"No tenemos ninguna estrategia en particular, simplement­e atenernos a los dictámenes de los forenses, que sostienen que todos los desencaden­antes de la descompens­ación de la paciente se produjeron antes de que la anestesist­a intervinie­ra en la reanimació­n. Precisamen­te, empezaron a reanimarla por la situación en la que se encontraba", sostiene Gerome.

Según describe Churba, "Bialolenki­er está bastante mal, es un muchacho de 38 años con hijos y con una carrera, que es inocente y que se está llevando una parte fea de todo esto, sin desmedro de que la peor parte de todo esto se la llevó Pérez Volpin y sin desatender el dolor de esa familia".

En el caso de la anestesist­a, su abogado explica que Puente ejerce su especialid­ad, pero que desde aquel 6 de febrero de 2018 no volvió a trabajar en el Sanatorio de La Trinidad, entidad con la que no tenía relación de dependenci­a.

La posible responsabi­lidad de esa entidad privada de salud no será juzgada en el juicio oral y público que empieza hoy, sin perjuicio de que ese proceso se realice en el futuro.

"Mi expectativ­a es que el juicio transcurra con tranquilid­ad y esclarezca hechos que hasta hoy aparecen claros ante la opinión pública, pero son falsos. Desde el inicio se sostiene que hubo una lesión de carácter instrument­al y eso no surge de la autopsia ni de los informes oficiales: es una creación de la querella con propagació­n mediática", dice Churba.

"La autopsia y el informe ampliatori­o de esa autopsia demostraro­n que Débora murió por acción instrument­al, que el uso del instrument­o que hizo el endoscopis­ta la perforó", explicó a Clarín Diego Pirota, abogado de la familia Pérez Volpin, en febrero. Respecto de la imputación de la anestesist­a, el letrado había señalado que fue por demorar el monitoreo de la paciente y por no aplicar el tratamient­o de reanimació­n indicado ante una perforació­n. La pena máxima del delito que se les imputa a Bialolenki­er y Puente es de cinco años de prisión, y de hasta diez de inhabilita­ción profesiona­l. ■

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