A la caza de los indecisos, la obsesión de Macri para seguir acortando distancia
El oficialismo estima que el 15% de la gente no se definió. También incentivará a votar a los mayores de 70 años.
“No hay canchas chicas. Todas son grandes”, aseguran en la Casa Rosada para explicar que todos los votos valen lo mismo. El Gobierno no descuidará ningún segmento, pero buscará crecer entre los indecisos que - estiman en la Casa Rosada- concentran el 15 por ciento del padrón a nivel nacional y el 17% en Provincia.
A siete días de las PASO, en el Ejecutivo le restan trascendencia a una elección que -estiman- no será definitoria. “Es una estación intermedia, no es el destino final”, desdramatizan. Por esa razón, guardan sus propuestas concretas para la elección general. Por ahora, descartan anuncios rimbombantes el 11 de agosto, pero dependerá del resultado. En 2015, Mauricio Macri utilizó la noche agridulce -en la que Horacio Rodríguez Larreta casi pierde la Ciudad- para relanzar su campaña.
El carácter relativo que el Gobierno le otorga a las PASO, sin embargo, está atravesado por el pedido a sus potenciales votantes para que acudan en masa a la primaria y ayuden a evitar que la presunta ventaja del Frente de Todos se estire. Nadie quiere que el mercado se altere.
Por eso, Macri y los candidatos del oficialismo insisten en calificar esta elección como “la más importante desde el regreso de la democracia”. Quieren maximizar el presentismo; sobre todo, el de los adultos mayores, a quienes consideran los más cercanos.
Por ser un sector que reúne a mayores de 70 años, que no tienen obligación de votar, el macrismo se concentra en motivarlos para que lo hagan. De todos modos, el Presidente también buscó pescar en los últimos días en la pecera más esquiva de los jóvenes.
En privado, en el Ejecutivo confían en sus números y en una hipotética paridad con el Frente de Todos. “Está palo y palo”, sostienen sin disimular el optimismo por una tendencia en alza, con un abril negro en el espejo retrovisor.
El pedido explícito de voto, que comenzó hace una semana, se radicalizará: se publicarán más spots en televisión y en redes sociales.
En total, hay una batería de más de un centenar de comerciales circulando. El delivery de boletas, casa por casa, también se profundiza; igual que las charlas con fiscales partidarios.
Para convencer a los indecisos y fidelizar votantes, entre los nuevos contenidos que distribuyen a contrarreloj, los militantes del Gobierno sobresale un listado con 85 razones para votar a Macri.
“Para no volver al pasado” es la primera. “Para que no vuelvan más” es la última. En el medio, se suceden sobre todo las obras de infraestructura que el Gobierno inauguró sobre todo en el último tramo de la campaña.
Los contrastes en materia de infraestuctura y el rechazo al kirchnerismo son los principales argumentos del Ejecutivo para convencer a los votantes menos politizados -la mayoría, estiman- que termina por decidir su voto en la última semana antes de los comicios. Una porción de ellos, contaban cerca de María Eugenia Vidal,
El Presidente volverá a concentrarse en la región Centro, que privilegió durante toda la campaña pre PASO, con excepción de la última semana, en la que prefirió mostrarse en distritos propios de la zona Norte del Conurbano y en las provincias radicales. También, si no hay cambios, seguirá evitando el Sur del Conurbano, bastión del peronismo.
Intercalará tres cierres nacionales: Rosario, el lunes; la Ciudad, el martes; Córdoba, el miércoles; y el remate en Provincia, el jueves, antes de la veda electoral.
En el microestado de Ferro y en el Centro Asturiano de Vicente López volverá a compartir escenario -como este sábado en La Rural- con Vidal y Rodríguez Larreta. Cábala probada y estratégica.
La gobernadora, en cambio, seguirá concentrando toda su atención en el Gran Buenos Aires: estará, además, en Quilmes y Florencio Varela, dos municipios de la Tercera Sección, donde el oficialismo se ilusiona con una derrota que no supere los 20 puntos. Por esa razón, en los últimos días había elegido municipios de la Primera Sección, un bastión decisivo en 2015 y donde Sergio Massa no pierde influencia. Infraestructura y seguridad seguirán siendo su caballo de batalla. El jefe de Gobierno, en cambio, insistirá en su apuesta por una agenda local. ■