La vida en el planeta rojo, un clásico de la ficción
El concepto de “terraformación” es un hipotético proceso de ingeniería planetaria mediante el cual las condiciones atmosféricas y climáticas podrían modificarse para que cualquier cuerpo celeste se vuelva verde. Y como se cree que alguna vez Marte tuvo un ambiente similar al de nuestro planeta, con una densa atmósfera, abundante agua y posiblemente vida, se lo designó para ser el centro de este experimento ambiental.
El término “terraformar” proviene de la ciencia ficción, fue acuñado por Jack Williamson en 1942 y posteriormente, aceptado para propósitos académicos. A mitad de camino entre la imaginación y la teoría, en la trilogía marciana de Kim Stanley Robinson se aborda la geología marciana, la terraformación y la colonización del planeta, a lo largo de dos siglos de existencia.
En cine, la base científica y la fantasía avanzan en paralelo. Mientras la película El vengador del futuro (1990) muestra una sociedad ya adaptada al planeta rojo, en El Marciano (2015), se evidencian las complejidades que debe afrontar Matt Damon para sobrevivir en un entorno hostil. En la serie Marte (2016), producida por National Geographic, la idea expuesta fue poner en órbita espejos orientados hacia el Sol, para elevar la temperatura y que el agua y dióxido de carbono se evaporen, para provocar el efecto invernadero.
Carl Sagan, a través de diferentes artículos, postuló a Venus y Marte como posibles candidatos para la terraformación. En el primero propuso sembrar algas en la superficie; y para el segundo, oscurecer los polos mediante polvo o pantallas, para que atraiga más calor y que esto derrita el hielo. Estimó que en menos de 100 años se parecería a la Tierra.