Advierten que puede causar una tragedia ambiental histórica
Temor. Los especialistas afirman que peligra el ciclo ecológico natural, algo que afectaría a los países de la región.
Los descontrolados incendios en la Amazonía pueden causar una de las mayores tragedias ambientales de la historia, según estiman los especialistas, ya que no sólo afectan la flora, fauna y moradores del lugar, sino que ponen en peligro las reservas de agua potable de toda la región
El fuego afecta a 40 mil especies de animales y plantas, 350 comunidades indígenas, 2.500 variedades de peces, coinciden los expertos, pero advierten que también quiebra el ciclo natural del agua y precipitaciones. Tras esto pueden sobrevenir sequías en los ríos de la cuenca amazónica y la cuenca del Plata, ante un cambio en el régimen de lluvias, desatado por el colapso de la vegetación arrasada por las llamas. Las consecuencias no son sólo locales, también regionales, con impacto incluso en la cordillera de Los Andes, en el extremo oeste de Sudamérica
Afectará a Brasil, pero también a Bolivia, Perú, Paraguay, Colombia, Ecuador, Argentina e incluso a Chile.Es que los incendios destruyen la foresta, cuya función es regular el ciclo que tiene que ver con la dependencia de todas las especies vivas: el oxígeno y el agua. Los incendios alteran ese ciclo, y entonces la vida termina en peligro, afirman.
Las imágenes satelitales y las cifras oficiales son contundentes: según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, el número de incendios forestales en ese país ha crecido un 70% desde enero de 2019 con respecto al mismo período del año pasado. En total, Brasil registró más de 72.000 puntos de fuego, la tasa más alta desde 2013, cuando se comenzaron a hacer estimaciones.
Según el INPE, la Amazonía fue el bioma más afectado, con el 51,9% de los casos, seguido por el Cerrado (la sabana brasileña que rodea la Amazonia), con el 30,7%. En cifras absolutas, el estado de Mato Grosso es el más afectado con 13.100 casos de incendios forestales, seguido de Pará, con 7.900.
Amazonas aporta entre el 17% y el 21% del agua dulce al planeta. Y esto se produce porque los árboles con el proceso de evaporación y transpiración emiten vapor de agua en la atmósfera. Al multiplicar cada árbol por los 6,7 millones de km2 de bosque que generan ese vapor de agua, puede comprenderse el aporte del Amazonas.
Además, contiene entre 90 y 140 mil millones de toneladas métricas de carbono y sus bosques y suelo almacenan una décima parte de la biomasa de carbono de todo el mundo, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés). Se dice que el hogar de los “ríos voladores”, por las toneladas de vapor de agua que nutren la agricultura en otros lugares del continente e influyen en los patrones de lluvia.
La Amazonia contiene un tercio de los bosques primarios del mundo. Esos bosques actúan como un sumidero de carbono: absorbe más dióxido de carbono del que emite y libera oxígeno, lo que ayuda a regular el calentamiento global.
Pero la región también es hogar de 34 millones de personas, un número que representa a la suma de habitantes de Tokio, Ciudad de México y Nueva York juntos. Los ambientalistas sostienen que todo el sistema está en riesgo por el fuego, pero también por las consecuencias posteriores a un incendio. ■