La ONU sugiere acelerar la inserción de médicos venezolanos en el país
Es para cubrir las zonas rurales del interior donde más hacen falta. Piden facilitarles los trámites de residencia.
Es un informe que celebra el rumbo adoptado hasta ahora, pero en el que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM-ONU) les sugiere a las autoridades locales que, considerando la distribución inequitativa que la Argentina padece en materia de médicos y enfermeros, no desatienda la “oportunidad” que hoy le representa la masiva llegada de venezolanos expertos en salud.
Las razones de la OIM para hacer el foco en este punto no son pocas: entre 2012 y marzo de 2019 tramitaron su residencia en la Argentina nada menos que 170.000 venezolanos. Según el informe, “el 50% declara tener nivel universitario, en muchos casos incluso con nivel de posgrado”. Y en fuerte contraste con las tristes cifras de abandono escolar argentinas, los venezolanos que viven en el país tienen, o un título universitario, o terciario o secundario llegan al 88% del total. Hablamos de psicólogos, médicos generalistas y de distintas especialidades, además de enfermeros y bioquímicos.
El de la OIM es texto de unas 70 páginas en las que se reconoce, con argumentación sostenida, el trabajo que vinieron haciendo los ministerios del Interior, Educación y Salud a la hora de “aceitar” la inserción de los cada vez más venezolanos que llegan al país. Pero allí se esboza con delicadeza un punto que -parecen decir desde ese organismo- no habría que desatender: dicen que las “dificultades a la hora de gestionar el DNI y, por consiguiente, la convalidación de los títulos profesionales”, derivan “en muchos casos en que un porcentaje importante de los profesionales venezolanos decidan no iniciar dichos trámites”. Aclaran luego que “el sistema de salud en la Argentina pierde así la posibilidad de contar con profesionales, en muchos casos especializados y experimentados, en forma inmediata y que podrían ser de vital importancia para paliar las desigualdades en su distribución a lo largo del país”.
Consultados por una posible demora en el otorgamiento de la documentación, fuentes de Migraciones explicaron que “los tiempos son normales, de dos a tres meses promedio para obtener el DNI, una vez caducados los 180 días hasta los que se puede extender la visa de turista”. Apuntaron, además, que desde la transformación del viejo sistema presencial de solicitud de residencia por la moderna app “Radex”, que permite iniciar la gestión online, es posible conocer una suerte de curriculum vitae abreviado del solicitante, lo que facilitaría su inserción laboral.
En cuanto a los títulos, Paulo Falcón, director nacional de Gestión y Fiscalización Universitaria de la Secretaría (Ministerio de Educación), explicó a Clarín que si hay demoras son necesarias: “El sistema de reconocimiento de titulaciones de extranjeros en nuestro país tiene un basamento, que es el principio de acreditación de calidad. Las universidades venezolanas no pasan por procesos de acreditación de la calidad, como la CONEAU acá. Esto nos obliga a realizar una evaluación más exhaustiva en la que intervienen universidades públicas nacionales, lo que prolonga los plazos. Pero nos permite tener una tranquilidad acerca de la calidad en la formación del profesional”.
El funcionario agregó que “no vino siendo un problema... sólo en lo que va del año tenemos insertados en el sistema sanitario más de 800 profesionales de la salud, la mayoría de ellos venezolanos”.
El informe de la OIM-ONU, que fue presentado ayer en las oficinas de la Dirección Nacional de Migraciones (Ministerio del Interior), señala una flaqueza en el “stock de profesionales médicos y de enfermería”, por la que la Argentina “dista de satisfacer sus necesidades actuales y sobre todo futuras”. Aclara también que “el país, según estándares internacionales necesita –al menos- triplicar la cantidad de enfermeras y enfermeros" y "mejorar la actual distribución del personal” a lo largo del país.
La oportunidad es grande y hay que continuar aprovechándola, parece sugerir la OIM. Pero, ante un eventual cambio de Gobierno, ¿podría modificarse el rumbo tomado hasta ahora? Al respecto, el secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, le dijo a Clarín: “En absoluto. Hay especialidades médicas críticas no cubiertas en algunas zonas del país, como neonatología, medicina familia y general, terapia intensiva, anestesiología... tenemos necesidad de cobertura y los profesionales venezolanos que llegan al país se desempeñan muy profesionalmente. Este es un tema que trasciende los gobiernos”. ■