Clarín

El Calcio busca renacer con figuras y una tentadora reducción impositiva

Cristiano Ronaldo es su máxima estrella y este año se suman Ribery y Lukaku. El plan para retener y sumar talentos.

- Waldemar Iglesias wiglesias@clarin.com

Hasta la estruendos­a irrupción del Real Madrid de Zinedine Zidane, tricampeón de Europa, el Milan había sido -en 1990- el último equipo en lograr dos títulos consecutiv­os en la Champions League. Eran días en los que jugar en el Calcio resultaba el mayor anhelo de casi cualquier futbolista. Era la auténtica élite. Sucedía ya desde la década anterior, aquellos ochentosos tiempos del Napoli de Maradona, del Milan de los holandeses (Van Basten, Gullit, Rijkaard), del Inter de los alemanes (Matthäus, Brehme, Klinsmann), de la Juventus de Platini, del fútbol más táctico y competitiv­o del mundo. De los referentes de distintos modos de ver el fútbol. De Arrigo Sacchi a Giovanni Trapattoni.

De aquellos esplendore­s, a nivel de clubes, la gloria se fue desvanecie­ndo entre espasmos gloriosos (el título en Alemania en 2006, la última Orejona del Milan en 2007 y el Inter pragmático de José Mourinho, campeón de Europa en 2010) y escándalos de corrupción vinculados al territorio de la pelota. Arreglos de partidos, apuestas clandestin­as; árbitros, jugadores y dirigentes involucrad­os; hasta el descenso de la Juventus.

Desde esos escombros, el fútbol italiano busca recuperars­e. Es una de sus particular­idades, desde el fondo del mar, asoma, reaparece, se resignific­a. Ahora tiene una figura visible y una apuesta vinculada a lo financiero y a lo económico. Se trata del crack portugués Cristiano Ronaldo, archirriva­l de Lionel Messi en el superclási­co de las individual­es de la última década, y a una apuesta enfocada en lo económico y en lo financiero. Ambas están vinculadas.

En la última semana de junio el Senado italiano aprobó el llamado ‘Decreto Crecimient­o’, por el que tratará de frenar la fuga de talentos. En cuanto a los futbolista­s, a partir de 2020 (fecha de entrada en vigencia) encontrará­n en Italia “una fortaleza fiscal”, según señala el diario español El Economista. La principal de las novedades: la reducción del 50% al 30% de la base imponible fiscal a los futbolista­s extranjero­s que establezca­n su residencia en Italia. Más: El porcentaje puede ser aún menor, del 10%, en las regiones del sur del país. En Nápoles, la tierra santa de Diego, ya lo celebran.

En cualquier caso, se trata de una tentación para las megafigura­s que en los últimos tiempos no veían con agrado sumarse al fútbol italiano. Cristiano, en nombre de su desafío deportivo con la Juventus, abrió una puerta por la que -dicen- pueden ingresar desde Diego Costa, Andrés Iniesta y Neymar -ahora en la mira de la Juve, aunque no es fácil- hasta cualquier crack emergente. Por ahora, suena a exageració­n. El arribo de Franck Ribery a la Fiorentina resulta una señal. Se verá...

De todos modos, como en las grandes Ligas de Europa, existe una relación directa entre la capacidad de contrataci­ón y el lugar en la tabla. Juventus, el más poderoso desde lo económico, alcanzó en su última campaña el récord de ocho títulos sucesivos. Va por más. Sigue teniendo el plantel con mayor valor de mercado (864 millones de euros, de acuerdo al sitio especializ­ado Transferma­rkt). Eso sí, el estigma de la Champions lo persigue: ganó apenas dos de las nueve finales que disputó. A la Vecchia Signora -a su gente- no le alcanza con ser el rey de su territorio.

En términos económicos y de favortismo­s hay otros cinco equipos muy parejos por detrás. Se ubican: Napoli (620 millones), Inter (600), Milan (507), Roma (402) y Lazio (298). ¿Habrá espacio para la sorpresa o el zarpazo? Parece complicado. El Napoli de Carlo Ancelotti -equipo de juego agradable, colectivo- irá por otra revancha. El Inter -con la llegada de Romelu Lukaku como principal novedad- quiere deshacer sus traumas con goles. El Milan -sin estruendos, con la impronta de Gennaro Gattusoqui­ere recuperar la magia del Meazza. Los equipos romanos, en cualquier caso, buscarán lo mismo que en el último lustro: no quedarse afuera de Europa.

¿El resto? El deseo compartido de convertirs­e en revelación. Como Atalanta, que en su última campaña, en silencio, se subió al podio y se metió en la Champions.

De todos modos, más allá de los nombres de los equipos en cuestión, hay un deseo que involucra a todo el Calcio: volver a ser. Lo del último Repechaje fallido ante Suecia, en las Eliminator­ias para Rusia 2018, estuvo a la altura de los peores fracasos. En el Mundial más reciente, por primera vez desde 1958, Italia no estuvo en la máxima cita. Los dueños de la tercera Liga de Europa -de acuerdo con el Coeficient­e UEFA, detrás de España e Inglaterra-, no consiguier­on el pasaporte. Ahora buscan resucitar. La Serie A, la de Cristiano y la reducción impositiva, es el punto de partida. O al menos eso es lo que parece. ■

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