Se retrasa un juicio contra los K: no hay lugar para guardar el expediente
Es por el caso Hotesur donde están involucrados Cristina y sus hijos Máximo y Florencia.
Más de 200 cajas de resmas de hojas con miles de documentos concentran la instrucción de la causa Hotesur SA, donde se investiga a la empresa de la familia Kirchner por lavado de dinero. Aunque el expediente se encuentra elevado a juicio oral, el Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5) aún no accedió a toda la información por un hecho insólito: falta de espacio para guardar los expedientes.
En principio no había un lugar físico para el resguardo de los papeles, pero una vez que lo consiguieron todo se volvió a trabar porque ahora deben esperar la firma de un convenio para mover las cajas de lugar. La increíble burocracia generó un nuevo retraso para el inicio del juicio. Todas estas dilaciones son bien recibidas por la defensa de la ex presidenta Cristina Kirchner que busca postergar hasta un eventual recambio de gobierno el comienzo del juicio.
En la Justicia es habitual ver oficinas abarrotadas de expedientes apilados en el piso, muebles saturados de papeles y cajas en todos los despachos es. Son imágenes del colapso del sistema judicial.
El caso Hotesur quedó envuelto en esta trama de saturación judicial. Hace tres meses que la documentación de la causa se encuentra en la fiscalía de Gerardo Pollicita, quien tuvo delegada la investigación en la etapa de instrucción. En el edificio Libertad de la Armada, frente a los Tribunales de Comodoro Py, en una pequeña habitación, están las 1.500 cajas con material probatorio.
Para que se avance hacia el inicio del juicio, las partes deben acceder a la documentación para conocer las pruebas. Pero por la falta de espacio en la Justicia, el expediente Hotesur no está ingresado formalmente al Tribunal Oral, entonces las partes no pudieron acceder a la información.
La solución fue obtener otra habitación en el edificio Libertad, pero la misma contaba con ventanas sin un sistema de seguridad adecuado para el resguardo de la documentación. La situación es tan irregular que los mismos jueces del TOF 5 fueron quienes pagaron por la colocación de rejas. “No se podía dejar documentación tan importante sin protección”, explicaron fuentes judiciales a Clarín. Asimismo, se consiguió personal de las Fuerzas Federales para la custodia.
Sin embargo, lo que podría resolverse moviendo las cajas de una habitación hacia la otra en el mismo edificio, quedó frenado por la burocracia judicial. Al Tribunal se le informó que se debe firmar un convenio entre el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Seguridad y el Consejo de la Magistratura para avanzar. Sin esa firma, no se podrán mover las cajas con expedientes y no se podrá avanzar con el inicio del juicio.
A principio de mayo, la Cámara Federal de Casación resolvió que el Tribunal Oral Federal 5 deberá realizar los juicios por lavado de dinero contra Cristina Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia Kirchner en las causas Hotesur y Los Sauces. El TOF 5, que ya tenía a su cargo la causa Los Sauces, resolvió la unificación de esos dos juicios orales.
Los Sauces está más avanzada, pero Hotesur va más lento. A eso se le suman los problemas de espacio para guardar las pruebas. El juicio podría tener fecha de inicio recién en el primer semestre de 2020 y si la tendencia electoral se mantiene, Cristina Kirchner será vicepresidenta y su hijo Máximo diputado por la provincia de Buenos Aires. En ese escenario político el TOF 5 deberá fijar una fecha para juzgar a la ex mandataria.
Los Sauces SA y Hotesur SA fueron investigadas por los contratos celebrados con los contratistas K Lázaro Báez y Cristóbal López. En el caso de la inmobiliaria, se estimaron operaciones por encima de 30 millones de pesos, y con la empresa hotelera la justicia cree que se blanquearon unos 80 millones de pesos.
En Hotesur -según indicó el magistrado-, se "dio por corroborada la maniobra por la cual la asociación criminal investigada canalizó una porción de lo que era sustraído al Estado Nacional —a través de la obra pública vial—, a los ex presidentes y a su núcleo familiar por medio de un esquema de lavado de dinero montado en base a la actividad hotelera que aquellos llevaban adelante a través de la empresa" hotelera. Así, todo funcionó como una "organización" que permitió "transferir y disimular parte de las ganancias que se encontraban en poder de los empresarios”. ■