Expectativa en el Gobierno por la soja que aún sigue en los silos bolsa
Equivale a US$ 9.000 millones. Y es la “caja de seguridad” de los productores. Creen que liquidarán una parte.
Se calcula que en el campo hay guardados entre 20 y 26 millones de toneladas de soja, equivalentes, a precios actuales, a unos 8 a 9.000 millones de dólares. Los dueños de esos granos no tienen obligación de venderlos. No les corren los nuevos tiempos para liquidación de divisas, que desde la semana pasada se fijaron en apenas cinco días hábiles después del cobro o 180 días después del permiso de embarque ( o 15 días para las commodities), de acuerdo con las nuevas reglas del Banco Central. Pese a todo, el productor vende la soja cuando lo considera oportuno. Los plazos de liquidación son para los exportadores. Como sea, el Gobierno y los mercados se preguntan qué harán los sojeros con su soja. Cómo se desarrolle lo que resta del año, en términos económicos y financieros, dependerá, de una decisión simple: si los sojeros venden o no sus granos.
A juzgar por expertos consultados por Clarín, el nuevo escenario político, financiero y cambiario, no genera apuro alguno en la gente del campo. Ante posibilidades ciertas de que este o el próximo Gobierno eleve las retenciones, o se amplíe la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo, o se modifiquen las reglas a la comercialización de granos, aparezca un tipo de cambio desdoblado, o reaparezcan los ROE... los productores parecen decididos a sentarse sobre la soja. O al menos no modificar el ritmo de liquidación de los últimos años. El productor entiende más de soja que de finanzas, y por ende prefiere ahorrar en lo que conoce. Aún a riesgo de una reconfiguración drástica del escenario.
Esa descripción suscribe Ricardo Baccarin, conocido trader de granos. “El grueso de los productores tiene la soja en silo bolsa, en instalaciones de acopiadores, la entregó como mercadería a fijar precio… Hay que entender el comportamiento del productor que prefiere quedarse con la soja en lugar de transformarla en pesos primero y en dólares después. Con este cepo nuevo, los productores se van a sentar en el silo bolsa, teniendo en cuenta que las explotaciones unipersonales no existen, es decir, ni siquiera tienen la posibilidad, como “personas humanas” de comprar 10.000 dólares por mes. Les resulta ciencia ficción sumergirse en el mundo del Contado con Liquidación o en girar legalmente dólares a una cuenta en el exterior”. Baccarin sostiene que “entre octubre y diciembre habrá un pico de liquidación”.
El consultor Pablo Adreani, de la firma Agripac, subrayó que en agosto se liquidaron US$ 2.266 millones, un valor muy alto si se considera que se hizo en el mes de las PASO. “Vendieron para cubrir gastos de cosecha y de la nueva siembra”. Adreani acepta que el productor no maximiza la eficiencia de la cosecha con un enfoque financiero. “Tienen dos cosechas en el silo, es el peor negocio financiero”, enfatiza, al tiempo que insiste en que los productores deberían empezar a mirar las alternativas que les ofrece el mercado de capitales.
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, señala: “El productor refugia su capital en el silo bolsa, es su caja de seguridad. No ven como una alternativa transformar la soja en algo más líquido, aunque temen que la situación cambiaria podría empeorar, por eso prefieren guardar soja y maíz en el campo”. Para las cerealeras es una situación complicada: “Tenemos agendados el ingreso de 120 barcos para entrar a puerto y cargar una mercadería que aún no fue comprada”.
¿Qué dicen los números? Entre enero y agosto el agro liquidó divisas por 15.238 millones de dólares. El promedio de liquidaciones anuales de los últimos seis años (2013 a 2018) fue de US$ 22.100 millones. De modo que podría esperarse que de acá a fin de año las cerealeras liquiden unos 6.000 millones de dólares. ■