Operativos callejeros, entre las excusas de los automovilistas y las agresiones
Los agentes suelen sufrir insultos y hasta golpes. Pero nunca se había dado un caso tan grave.
“Estamos consternados: es la primera vez que nos pasa algo así en diez años”, dice Paula Bisiau, subsecretaria de Movilidad Sustentable y Segura, que depende de la Secretaría de Transporte de la Ciudad. Bisiau habla de la muerte de Cinthia Choque, la agente de tránsito embestida por un auto mientras trabajaba en un control de alcoholemia. Choque era una de las cuatro personas que participaba del operativo, y a ellos se sumaba el conductor de una de las dos camionetas de Tránsito de la Ciudad que, según confirma Bisiau, estaban en el lugar. "Hay controles de alcoholemia los 365 días del año. Durante los fines de semana se hacen unos 800 por cada noche. Del total, el 1,6% resulta positivo, con más de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre”, describe.
El auto que atropelló y mató a Cinthia también hirió de gravedad a Santiago Siciliano, que permanece internado en el Hospital Fernández con fractura de cráneo y de pelvis.
“En los operativos se disponen dos móviles del área de Tránsito que arman una especie de corralito. A la vez, se ponen conos para señalizar dónde deben detenerse los autos: en general, los agentes están entre ese corralito y los conos. Usan ropa con luces refractarias, y hace un año y medio se renovaron los uniformes para que tuvieran aún más luces. Pero esto fue un auto que vino a alta velocidad y los atropelló. Un auto a esa velocidad y, sobre todo si quien conducía está alcoholizado, es un arma”, sostiene Bisiau.
En la Ciudad trabajan 2.700 agentes de tránsito: en los últimos dos años se incorporaron 1.000. Cumplen turnos de siete horas y, con el correr de los años, algunos se especializan en alcoholemia. “Han habido agresiones verbales a los agentes, incluso alguna física, pero jamás había pasado una cosa así”, afirma la funcionaria.
Una persona que se escapa de un control de alcoholemia debe pagar 5.300 pesos de multa. Si da positivo, la suma está sujeta a la resolución de un Juzgado de Faltas. “Los controles de alcoholemia se hacen justamente para evitar que estén al volante las personas que están poniendo en peligro a otros en el tránsito. Por eso son indispensables", reflexiona Bisiau. ■