“La Argentina es un país con buena gente, pero...”

A tan sólo 1.300 kilómetros, del otro lado de la cordillera, se amanece de la misma forma y los pensamientos de los simples mortales no giran en especulaciones acerca del dólar o la economía. Un país, quizás, sin todos los beneficios que la naturaleza nos ha brindado a nosotros. Me detengo y pienso, busco analizar el problema “Argentina” y no encuentro una explicación que me dé el resultado que hoy estamos viviendo.

Campos, industria láctea, agroexportadores, ganadería de alta calidad, turismo, industria frutihortícola variada y fuerte, capaz de alimentar a una gran parte del mundo y llena de gente buena. Porque el argentino, estimados, es un tipo bueno. Pero hay una parte en el medio que no veo, que no distingo y que día a día hace que sea más difícil entender que lo bueno con lo correcto no van de la mano, caminan por calles separadas.

Hoy amanecí como un argentino que sigue sin entender y que sólo piensa en culpar a los buenos por ser demasiado buenos. Porque a la política en nuestro país se la construye entre amigos, entre buenos amigos pero no entre gente capaz y ahí es donde se van al diablo todas esas grandezas que nuestra tierra tiene.

Sí, ya no debemos discutir entre izquierdas, derechas, populismo o no populismos, debemos elegir a los mejores, no tenemos otra opción. Las vacas seguirán dando leche, el campo sus frutos y la industria será más pujante pero con gente apta, capaz y no buena. Porque nos pasamos de buenos con jueces amigos que cajonean causas, con genios económicos que benefician empresas amigas, con sobresueldos a buenos amigos en la obra pública, con policías que ganan con el delito. Basta de ser buenos, basta de ser boludos para empezar a ser capaces y que la ley sea más dura para los vivos que para los que quieren hacer de Argentina un país grande. José Luis Traverso valdanito@hotmail.com