Trump analiza aliviar las sanciones contra Irán y por eso echó a Bolton
Lo reveló Bloomberg. El presidente habló de esa decisión en la Casa Blanca. Su ex asesor se opuso y lo despidió.
El presidente Donald Trump estudia reducir las sanciones a Irán como una herramienta para facilitar la realización de una cumbre a fines de setiembre con su contraparte persa, Hassan Rohani. Un encuentro histórico que, de realizarse, implicaría un crucial cambio de la política exterior norteamericana de los últimos años.
Esa alternativa se discutió el lunes en una reunión en el Salón Oval de la Casa Blanca. John Bolton, responsable de la estratégica Asesoría de Seguridad Nacional, se opuso firmemente a esa medida según dijeron tres fuentes familiarizadas con el tema, indicó Bloomberg. En la reunión se encontraba también el responsable de la cartera de Economía, Steven Mnuchin, quien expresó un inmediato apoyo a la medida sugerida por el presidente. El rechazo de Bolton, un duro anti iraní, disgustó al mandatario que horas después decidió despedirlo.
Las versiones de eventuales negociaciones con Irán comenzaron a circular con intensidad después de que, en la reciente cumbre del Grupo de los 7 en Biarritz, el presidente francés Emmanuel Macron revelara junto a Trump que estaban dadas las condiciones para el encuentro entre los mandatarios.
Trump se sumó a ese plan ignorando las presiones en contra de Israel y proclamó que estaba dispuesto a encontrarse con Rohani en el marco de la Asamblea de las Naciones Unidas prevista para fines de este mes. El mandatario iraní había aclarado que ese encuentro solo sería posible si EE.UU. levantaba las sanciones que pesan contra su país.
El alivio de esta crisis es clave para las corporaciones europeas que labraron una serie de multimillonarios negocios con Irán a partir del acuerdo de Viena de 2015 que cesó el desarrollo nuclear de la potencia persa. Como contrapartida Occidente debía levantar las penalidades económicas contra esa nación persa y devolver los fondos de Teherán retenidos en bancos internacionales.
Trump, tras su llegada al poder, cuestionó ese pacto y retiró a su país con el argumento de que Irán lo incumplía porque construía misiles. Al mismo tiempo repuso las sanciones y las intensificó. Esas penalidades incluyeron un castigo a cualquier empresa, sin importar su nacionalidad, que invirtiera en Irán.
Eso es lo que ha cambiado. Trump ahora da señales de distensión al defender que la posible reducción de las sanciones facilitaría la reunión con Rohani. La novedad produjo una baja del precio del petroleo Brent, del mar del Norte, de más de 2% a 61.05 dólares por barril. Ese efecto es central en momentos que se va confirmando el parate de la economía mundial y cuando aparecen signos claros de recesión en gran parte del globo. El despido de Bolton confirmaría la importancia que la Casa Blanca concede al acercamiento con Irán pero especialmente a la necesidad de serenar los conflictos. También se inscribe en esa estrategia la reanudación de las negociaciones con China.
La nueva actitud frente a Irán preocupa especialmente a Israel donde el próximo 17 de este mes se realizarán elecciones en las cuales el actual premier, Benjamín Netanyahu, un aliado carnal de Washington, espera retener el poder. La prensa ha informado que Trump se ha distanciado últimamente de su aliado. Netanyahu ha sido uno de los más duros críticos del pacto de Viena en la región y quien apoyó la decisión de Trump de retirarse de ese acuerdo.
La preocupación de Israel es compartida por Arabia Saudita, otro socio profundo de EE.UU. y enemigo de Irán. Ambos países habían logrado que Washington presionara a Teherán para reducir la influencia regional que consolidó a caballo de la guerra en Siria y que ha sido la real causa del retiro norteamericano del acuerdo de desnuclearización. ■