El separatismo catalán se desinfla en su marcha anual en Barcelona
Unas 600 mil personas salieron a las calles. Es casi la mitad de la edición del año pasado.
“Objetivo independencia” fue el lema de este año para la manifestación multitudinaria que se realizó en Barcelona para conmemorar la Diada de Cataluña, la fiesta que celebra el catalanismo y la valentía de quienes lucharon por defender sus valores. Más de 600.000 catalanes, según la Guardia Urbana, participaron en la marcha que se ha convertido en un rito separatista organizado por la Assemblea Nacional Catalana, la asociación civil que, junto a Omnium Cultural, fogonea la independencia de Cataluña y moviliza el fervor separatista en las calles. La cifra es bastante inferior a la de 2018, cuando se movilizó casi un millón de personas. Esta edición 2019 de la diada es la más susceptible de todas. Porque se celebra en el punto de mayor tensión entre los dos partidos independentistas: Junts per Catalunya, la plataforma del ex presidente Carles Puigdemont, que luego del intento de declaración de independencia fallido huyó de España y se refugió en Bélgica, y Esquerra Republicana, el partido que lidera Oriol Junqueras, ex vice de Puigdemont y en prisión desde noviembre de 2017.
Es, además, la diada previa a la sentencia del Tribunal Supremo que juzgó a doce líderes independentistas que están en la cárcel - Junqueras es uno de ellos- por haber organizado el referéndum de autodeterminación ilegal de 2017 que aceleró la declaración de independencia que el gobierno del por entonces presidente Mariano Rajoy castigó interviniendo la autonomía rebelde.
Está previsto que el Supremo comunique su sentencia a mediados de octubre y Cataluña ya tienen previsto un calendario de movilizaciones en respuesta a lo que el Tribunal sentencie.
“Será el pistoletazo de salida para abrir una nueva etapa que nos haga recuperar las ganas de hacer posible aquello que alguien pensó que era imposible”, dijo sobre la diada de este año el presidente catalán Quim Torra, quien sigue defendiendo el derecho catalán a la autodeterminación.
Los partidos independentistas han postergado por unas horas sus diferencias para unirse estratégicamente en la convocatoria: Carles Puigdemont hizo un llamado a participar de la manifestación a través de las redes sociales y hasta grabó un video con la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, quien también huyó de Cataluña para evitar la prisión que padece el presidente de su partido, y se refugió en Suiza.
La grieta dentro del independentismo es indisimulable. Y se ha profundizado de frente a la sentencia del Supremo tan esperada: Esquerra Republicana postula como respuesta una convocatoria a elecciones anticipadas, algo impensable para el actual presidente Torra.
“Ojalá llegue un día llegue el que la diada sea una fiesta para todos los catalanes y no sólo para una parte”, dijo el presidente español Pedro Sánchez. “Está lejos de lo que es una diada dentro de la normalidad porque seguimos teniendo presos y exiliados políticos”, replicó Meritxell Budó, portavoz de la Generalitat. ■