Negociaciones entre oficialismo y oposición en el medio de la campaña
Monzó, Negri y Rossi acordaron que fuera una sesión exprés y que no hubiera chicanas ni tampoco agresiones.
En plena campaña, y con la crisis económica como telón de fondo, la sesión especial por la ley de Emergencia Alimentaria se llevó adelante bajo un sorpresivo clima de tregua electoral. Lejos de la puesta incendiaria que se pensaba en un inicio, los diputados del oficialismo y la oposición acordaron una sesión exprés y sin chicanas ni agresiones.
"Nos convenía a los dos. Nosotros necesitamos hacer campaña en puntas de pie y ellos también quieren evitar conflictos en el final de mandato", reconoció un diputado opositor cercano al candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández.
El presidente de la Cámara, Emilio Monzó, fue el encargado de pautar las reglas. En el arranque de la sesión anunció que "en conversación con los jefes de los bloques mayoritarios" se había resuelto que la misma sea "lo más breve posible dada la sensibilidad del tema" y que se habilitaría la palabra a un diputado por bloque, solo por 5 minutos.
"No se realizarán homenajes y respecto a las cuestiones de privilegio, que no se pueden impedir, solicitamos que solo se hagan las que contemplen situaciones especiales", detalló Monzó.
A pesar de que las cuestiones de privilegios son el espacio que los legisladores utilizan para desviarse de las temáticas a tratar y suelen estar cargadas de cruces y discusiones, esta vez todos estuvieron de acuerdo y nadie pidió la palabra.
El único fue el diputado del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, quien solicitó un apartamiento del reglamento para que se pueda tratar también un aumento salarial de emergencia y de las jubilaciones y las Asignaciones Universales por Hijo también. Ni el oficialismo ni la oposición lo avalaron.
El tiempo pautado para los 19 oradores anotados, se respetó casi a la perfección y la votación se realizó apenas pasadas las 15. La sesión, que había arrancado a las 12.15, fue de las más corta en años.
Como adelantó Clarín, el consenso para que esto ocurra se logró en una reunión previa que Monzó mantuvo con el jefe de bloque del FpV, Agustín Rossi y el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri.
"Nosotros hubiésemos tenido que hacer malabares para conseguir los dos tercios que necesitábamos para aprobar el proyecto, así que valoro que el oficialismo haya venido y acompañado", declaró Rossi a la salida y reconoció que "la semana pasada, nadie esperaba este resultado".
Por su parte, Negri destacó que ningún legislador llegó a la sesión "con baldes de combustible ni nada que se le parezca" y que se dejaron "de lado las discusiones". "Hemos estado a la altura de las circunstancias", aseguró en su discurso.
En el oficialismo explicaron que decidieron participar de la sesión y acompañar el proyecto porque, al ser una reasignación de partidas, no afecta el presupuesto ni las metas fiscales pautadas y para "no dar más razones para el acampe en las calles".
La forma en que se llegó al quórum también fue compartida. Los primeros en ingresar al recinto fueron diputados del Frente de Todos. Entre ellos, el candidato a gobernador del FdT, Axel Kicillof -que tras haber ganado en la PASO para la gobernación bonaerense fue la figura a la que hasta legisladores de otros bloques le pidieron selfies- y los principales impulsores del proyecto, Leonardo Grosso y Lucila de Ponti, del Movimiento Evita, ligado a los movimientos sociales.
Pero a la par de ellos -además del salteño Alfredo Olmedo, que siempre es puntual- empezaron a ingresar los legisladores de Cambiemos. Elisa Carrió, una de las voces más combati
El tiempo pautado para los oradores se respetó. Fue una de las sesiones más cortas en años.
vas no estuvo presente: está en el Norte del país presentando su libro. Los últimos en llegar fueron Monzó, Negri y Luciano Laspina (presidente de la comisión de Presupuesto), que entraron juntos. Los legisladores ligados al lavagnismo también estuvieron presente desde el arranque, al igual que la Izquierda y otros bloques menores. Cuando todos tomaron asiento había más de 180 presentes. ■