9 de Julio vs. Congreso: la grieta piquetera quedó al desnudo en la calle
Las organizaciones ligadas a la izquierda siguieron su acampe. Los aliados a los K marcharon por la ley.
El debate político por la Ley de Emergencia Alimentaria también estuvo atravesado ayer en las calles por las protestas de los movimientos sociales. Y por la grieta piquetera.
Por un lado, el acampe que desde el miércoles a la tarde mantiene cortada parte de la 9 de Julio, entre avenida de Mayo y Belgrano. Por el otro, a unas cuadras, se contrapuso la movilización al Congreso, con la expectativa puesta en el debate en Diputados por el proyecto opositor. Clarín recorrió ambos campamentos.
Las carpas con personas durmiendo, el fuego improvisado sobre el asfalto, las rondas de mate para sobrellevar las primeras horas de la mañana en las que despuntaba el sol, después de una noche fría frente al Ministerio de Desarrollo Social, fueron la postal en la 9 de Julio.
En ese acampe que el Polo Obrero y un sector del Movimiento Barrios de Pie, entre otras agrupaciones, montaron a la espera de que se abra una mesa de diálogo, los manifestantes permanecieron tranquilos ante la atenta mirada de la Policía de la Ciudad, que el miércoles decidió dispersar el intento de corte del Metrobus.
Sandra Becerra, responsable de nueve merenderos en José C. Paz y una de las tantas mujeres que pasó la noche en el lugar, le dijo a Clarín: “Hay mucho hambre en los barrios. Queremos la apertura de los cupos de planes sociales para los compañeros que necesitan”. Y aseguró que pese al frío, iban a seguir adelante con la protesta.
Allí circulaba el mate cocido para el desayuno con pan, mientras algunos avivavan el fuego para calentar las ollas populares que al mediodía iban a volver a repartir comida.
Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, el ala piquetera del Partido Obrero, le dijo a este diario que el proyecto de emergencia alimentaria que se aprobó en Diputados es “una maniobra para dilatar la discusión”. Argumentó que no contempla dos reclamos de las organizaciones: el aumento de los cupos de programas y el monto de los planes sociales.
Por su parte, Silvia Saravia, coordinadora de Barrios de Pie, expresó que veía con buenos ojos el debate parlamentario, aunque advirtió que los tiempos legislativos no darán “respuestas urgentes” a las demandas sociales.
El otro sector piquetero fue el que marchó al Congreso. Incluyó a la Confederación Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Somos, la CCC, el Movimiento Evita, entre otros. Banderas, pancartas de comedores populares del conurbano bonaerense, de merenderos, se mezclaron con las batucadas, y con las agrupaciones políticas y sindicales. Frente al Parlamento se montó un escenario sobre un camión, desde el cual hablaron los dirigentes, en paralelo con la sesión en la Cámara.
"La decisión fue marchar en paz y construir con todo el arco social, político y económico para esta ley”, planteó a Clarín Esteban "El Gringo" Castro, líder de la CTEP, la sigla que identifica también al polémico Juan Grabois.
Castro dijo que las diferencias con las organizaciones que estaban en el acampe son “metodológicas”, pero que comparten los reclamos.
La grieta, sin embargo, aflora. En esta movilización, donde varias organizaciones son aliadas a los K, las palabras de Alberto F. no se tomaron a mal. Aunque adviertieron: “No podemos abandonar la calle, sobre todo cuando hay hambre”. ■