Francia, otro desafío top para un equipo que no sabe de imposibles
Llega con el gigante Gobert como arma en la zona pintada y con una altísima eficacia entre sus tiradores.
Desde las 9 de Argentina, la Selección se medirá a otro de los europeos top. Francia llegó con autoridad a las semifinales, luego de derrotar nada menos que a los NBA de Estados Unidos y propinarles la primera derrota oficial en 13 años. Será un desafío mayúsculo para el equipo de Sergio Hernández, pero que de ningún modo es imposible. Tal como es su estilo, Argentina intentará correr la cancha y ponerle mucha dinámica al juego, moviendo la bola e intentando no caer en el ataque estacionado, en el que, con defensores activos como los perimetrales franceses, el triple encontrará mayor oposición y prevalecer con el juego interno será complicado. El Alma dependerá en buena medida de su porcentaje de acierto a larga distancia.
En la zona pintada habrá un enorme obstáculo. Después de Giannis Antetokounmpo, probablemente el mejor NBA que haya llegado a tierras chinas (incluso por encima de todos los estadounidenses) sea Rudy Gobert. El pivote francés es una amenaza para cualquier rival. Promedia 2,3 tapas por juego y es una incomodidad constante tanto para el hombre pequeño que penetra como para el grandote que tiene que chocar permanentemente con sus 2,16 metros. Es de esperarse que el dos veces consecutivas Mejor Defensor de la NBA ponga en su mira a Luis Scola, el máximo anotador argentino (17,8 puntos por partido). ¿Le abrirá esto la puerta a una mayor anotación de parte de Marcos Delía?
Contener al rival será otra de las metas. Francia llega con porcentajes muy altos de acierto: 56,1% en tiros de dos puntos y un interesantísimo 45% en triples, donde salvo Nicolas Batum (28,6%) el resto de los jugadores convierte por arriba del 40% de sus intentos. Evan Fournier (21 puntos por juego) y Nando De Colo (17) son las mayores amenazas, ya que tienen múltiples armas, empezando por el tiro de tres. Junto a Gobert (12,7) anotan casi 50 de los cerca de 90 puntos que promedia el equipo.
Julio Lamas solía decir que “en el básquet uno puede hacer lo que quiere menos lo que el rival le permite”. Como será difícil sostener la potencia de Gobert, y como es el que menos anota de los tres, gran parte de la suerte argentina se decidirá de acuerdo al éxito que tenga la Selección en cerrarles los espacios a los tiradores, aunque en ocasiones estos encuentren los huecos y anoten. Como hizo ante Serbia, Argentina seguramente busque que el peso de las acciones decisivas francesas deba caer en jugadores con menos cartel, como el bueno pero intermitente Frank Ntikilina y el irregular Batum.
Si bien Francia llega luego de eliminar a Estados Unidos, ya no hay cucos. Al igual que se vio con Serbia (que había perdido con España), los franceses, ya clasificados, perdieron su juego de la última fecha en la segunda fase contra Australia (98-100). A Lituania le ganaron por apenas tres puntos (78-75) con el final envuelto de polémica que terminó con el árbitro argentino Leandro Lezcano y el éxito contra Alemania (78-74) en la primera rueda fue por tan solo cuatro tantos. Con múltiples variantes, Argentina tiene herramientas para complicar: casi seis jugadores anotan en doble dígito, por lo que Francia no podrá dejar resquicios sin cuidar. Este equipo ya demostró que no hay imposibles. ■