Desde Rosario, Alberto F. llamó a dejar atrás “cuatro años fatídicos, de mentira y pobreza”
El candidato participó de un encuentro junto a dos gobernadores electos por el PJ, Perotti y Capitanich.
Un día después de participar en el debate presidencial, Alberto Fernández llamó ayer en Rosario a construir un país federal y apuntó contra el Gobierno macrista al rechazar la idea de que la Argentina es un país que comete el error de tropezar siempre con la misma piedra. “No es verdad lo que nos hacen creer. La piedra son ellos que cíclicamente vuelven a gobernar”, apuntó en el cierre del “Foro de Ciudades. Hábitat, federalismo e identidad”, organizado por la Federación Argentina de Municipios (FAM).
Unos 1.500 invitados, en su mayoría jefes comunales, intendentes y funcionarios peronistas de todo el país asistieron al encuentro. El candidato les propuso hacer un esfuerzo para dejar atrás “cuatro años fatídicos, de mentira, de inflación, de pobreza, de cierre de fábricas, de construcción de desempleo, de aumento de la pobreza”.
Fernández centró su discurso en la problemática del hábitat y la vivienda, pero haciendo eje en la idea de construir un país más federal, dejando atrás “la discrecionalidad del centralismo porteño”.
En su discurso casi no hizo referencias al debate. Apenas rescató una frase sobre la pobreza infantil de Roberto Lavagna y se permitió luego una humorada sobre el dedo levantado, gesto que el macrismo cuestionó. “No tengo que usar el dedo, perdónenme”, comentó generando risas.
El acto sumó una actividad fuera de programa: desde dos pantallas gigantes se transmitió en vivo, pasadas las 18.30, la presentación que Cristina Kirchner realizó en El Calafate de su libro.
El gobernador electo de Santa Fe, Omar Perotti, se convirtió una vez más en la sombra de Fernández en su estadía en Rosario. Visitaron juntos una empresa de biotecnología y en el hotel donde se alojó Fernández mantuvieron reuniones. La que más sorprendió fue con el futuro intendente de Rosario, Pablo Javkin, un hombre del Frente Progresista Cívico y Social -la alianza de socialistas, un sector del radicalismo, el GEN y la Coalición Cívica- que nunca se alineó públicamente con la candidatura de Lavagna.
Quizás la foto permita también pescar de ese electorado que, como sucede a muchos en el socialismo, no está convencido de la alternativa que representa Lavagna.
Una de las presencias más celebradas en el auditorio del salón Metropolitano fue la de Jorge Capitanich, elegido el domingo por tercera vez gobernador de Chaco. “Bravo, Coqui”, le gritaban al ingresar y le pedían fotos.
Capitanich y Perotti compartieron el panel final con Alberto F. También estaban sentadas junto a él la vice electa de Santa Fe, Alejandra Rodenas, y María Eugenia Bielsa, dirigente a la que Alberto F. señala como posible colaboradora.
“Somos la Argentina y siempre nos levantamos. De dictaduras, de desapariciones, de tablitas de Martínez de Hoz, de guerras de Malvinas, de hiperinflaciones”, cerró Fernández entre el griterío y los aplausos.
Entre los más enfervorizados, en el fondo, estaban dos grupitos de hinchas de Newell’s y de Central. “Vamos a volver”, cantaban de ambos lados, dejando por un rato al margen sus históricas diferencias futboleras. ■