Clarín

Era un gran basural y ahora allí funciona un centro ambiental único en la región

Con casi 4.000 m2, el complejo utiliza sólo energías limpias, hace investigac­ión y enseña a cuidar el planeta.

- SAN JUAN. Ignacio Repetto irepetto@clarin.com

Sobre una extensa llanura árida y al pie del cerro Parkinson, a unos 20 kilómetros al suroeste del centro de San Juan, se despliega un enorme y moderno edificio que es un mensaje en sí mismo en la cruzada por el cuidado del planeta: se sostiene prácticame­nte con energías limpias y renovables, tiene un área de investigac­ión y, además, recibe visitas a las que se les ofrece un recorrido educativo.

Se trata del Centro Ambiental Anchipurac, una construcci­ón de casi 4.000 metros cuadrados que forma parte del Complejo Ambiental San Juan, un predio desértico de 300 hectáreas, único en Latinoamér­ica, donde 10 años atrás yacía el basural más extenso de la provincia.

Hoy el paisaje es otro. Y en Anchipurac (“rayo”, en huarpe), que abrió sus puertas en junio, buscan generar conocimien­to y conciencia sobre el cuidado del medio ambiente. “Es la segunda pieza del complejo, después del Parque de Tecnología­s Ambientale­s, que funciona desde 2011 y ya recibe el 80% de los residuos sólidos urbanos de la provincia, unas 700 toneladas diarias”, explica a Clarín Clau

Iniciamos desde aquí el monitoreo de los dos principale­s ríos de la provincia”.

Bruno Grillo

Director de investigac­iones

dia Agnelli, directora del Centro.

“En el aspecto exterior sobresalen los planos facetados, fue concebido para que se mimetice con las montañas que lo rodean, y el interior fue pensado como una analogía de las cárcavas, esas grietas que deja el agua al pasar por las zonas desérticas”, señala la directora, que es arquitecta y participó del diseño del edificio.

Pero las formas componen sólo la superficie. Según explica, Anchipurac es la primera construcci­ón sustentabl­e y bioclimáti­ca de San Juan y fue concebida para obtener el mayor provecho de la geografía y el clima de la provincia.

“El edificio se abastece con energía solar fotovoltai­ca, generada a través de paneles solares, y utiliza energía geotérmica para calefaccio­narse sostiene-. Ahorramos hasta un 75% de energía si se lo compara con otro similar, pero común”. “En la parte posterior del edificio hay 36 perforacio­nes que van 40 metros abajo de la tierra, donde una sonda extrae la energía geotérmica, que siempre está a entre 15° y 18°, explica.

Asimismo, está construido a dos metros de profundida­d y cuenta con aislantes en pisos, techos y muros, para conservar la temperatur­a deseada en su interior. “Con todo, un día como hoy estamos consumiend­o sólo 50 kilovatios, cuando podríamos estar consumiend­o 250”, asegura. Así es que un mediodía de fines de noviembre, con cielo despejado y el sol hirviendo sobre el techo, la temperatur­a dentro de Anchipurac es de 24°, sin aire acondicion­ado, mientras que afuera la térmica es de treinta y pico.

En el Centro funciona el Observator­io Ambiental, una habitación repleta de pantallas, que tiene como objetivo recopilar datos del agua, el suelo y el aire de la provincia y la disposició­n de los residuos que llegan al Complejo. “Iniciamos el monitoreo de los ríos San Juan y Jáchal, que son los principale­s de la provincia”, explica Bruno Grillo, el ingeniero que dirige las investigac­iones. “El equipo cuenta con 10 profesiona­les, entre los que hay biólogos, químicos y profesiona­les en computació­n y estamos buscando expertos en Geografía. Estimamos que a principios de 2020 podremos emitir el primer informe”, sostiene.

En un salón adyacente funcionará un laboratori­o, donde proyectan estudiar las propiedade­s de los materiales recuperado­s, con especial foco en el plástico, para reinsertar­los en el mercado. Se trata de uno de los principios clave en la llamada “economía circular”: la reutilizac­ión de los recursos. “Si reciclamos los materiales, logramos por un lado la reducción de su volumen de fabricació­n y, a su vez, la cantidad que va a parar al relleno sanitario”, explica José Luis Galdeano, diseñador y primer integrante del equipo, que está en proceso de formación. “Apuntamos a reconverti­r el plástico en objetos de diseño para un living, sillas o carcasas para celulares, por ejemplo”, grafica.

La pata educativa de Anchipurac es una recorrida guiada, en la que a los visitantes se les ofrece una experienci­a interactiv­a para la toma de conciencia del daño que ha producido la acción del hombre en el planeta desde la Revolución Industrial y cómo reducirlo.

En el circuito, que dura 20 minutos, se destacan un microcine de 360° con forma de Tierra; una cinta digital en la que se puede separar residuos, entre otros “juegos”; y una experienci­a en la que cada visitante puede medir su “huella de carbono” -es decir, los gases que genera a partir del uso de productos que emplean energía derivada de combustibl­es fósiles- y cómo puede compensar ese impacto plantando árboles.

Por último, merece una vuelta el Parque Escultóric­o, que se encuentra alrededor del edificio, en el que se pueden apreciar 19 obras de arte de gran escala, construida­s con materiales reciclados. ■

 ??  ?? Desde lo alto. Las instalacio­nes fueron construida­s sobre una extensa llanura árida, al pie del cerro Parkinson y a unos 20 kilómetros del centro de la capital provincial.
Desde lo alto. Las instalacio­nes fueron construida­s sobre una extensa llanura árida, al pie del cerro Parkinson y a unos 20 kilómetros del centro de la capital provincial.
 ??  ?? Renovable. El edificio se abastece de electricid­ad con paneles solares.
Renovable. El edificio se abastece de electricid­ad con paneles solares.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina