El fiscal puso en duda pruebas que usó la Comisión de la Memoria contra la prensa
Juan Pablo Curi pidió al juez que confirme dichos y escritos de D’Alessio dados por ciertos en el informe.
En un dictamen firmado el miércoles, el fiscal federal de Dolores Juan Pablo Curi puso en duda la veracidad de las pruebas que el juez Alejo Ramos Padilla entregó a la Comisión Provincial de la Memoria para que analice si en las notas del editor de Clarín Daniel Santoro y los chats entre el falso abogado Marcelo D'Alessio y otros periodistas había sido "operaciones de acción psicológica".
Curi realizó observaciones técnicas y jurídicas sobre el controvertido informe elaborado por la Comisión que dirige el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Entre ellas, pidió que Ramos Padilla ordene pruebas que permitan acreditar, por otros medios independientes, la veracidad o autenticidad de los elementos que fueran valorados por la CPM, para arribar a las conclusiones donde realizó valoraciones jurídicas y dio por acreditada la comisión de hechos delictivos".
En una crítica al procedimiento, el fiscal recordó que la Comisión “tuvo acceso irrestricto e ilimitado a la totalidad de los archivos digitales” obtenidos en los allanamientos a D'Alessio, pues el juez autorizó la entrega de una copia. “No sólo de los documentos sino también de toda aquella prueba considerada por el propio juez como “sensible” que fue hallada en los celulares y computadoras del falso abogado”, agregó. Curi advirtió que las otras partes del proceso y su propia fiscalía no pudieron recibir el mismo trato: para ver ese material debían consultarlo en el juzgado. El dictamen resalta que la CPM no solo se limitó a realizar un análisis de la documentación, sino que efectuó consideraciones e interpretaciones de carácter jurídico, que sólo debería realizar el magistrado. El fiscal le recuerda a Ramos Padilla que “ese tipo de asuntos competen exclusivamente al órgano decisor, quien –como es sabido- debe emitir sus resoluciones conforme las reglas de la sana crítica, procurando la valoración de la prueba recabada."
Sin embargo, para Curi el equivocado carácter jurídico del trabajo de Pérez Esquivel le permite a la fiscalía y a los abogados de los acusados poder "rebatirlo a corroborarlo". El fiscal le señala a Ramos Padilla la prudencia y cuidado con el que debe analizar la prueba encontrada en el domicilio de D'Alessio, y que fue el único sustento utilizado por la CPM para su informe, dado que tales elementos son dubitables y le recuerda al juez que, según fuera mencionado por varios testigos que se han presentado en la causa, D'Alessio se arrogaba cargos, títulos, contactos y conocimientos que no siempre se correspondían con la realidad, lo que se suma a otras inconsistencias que se han vislumbrado, no pueden pasar por desapercibidas." Incluso, el Curi advierte que a partir de algunos testimonios de personas que el mismo magistrado tuvo como querellantes y personas calificadas por el rol institucional que han desempeñado, en el expediente hay serias dudas sobre algunas acciones desplegadas por D'Alessio –que fueron consideradas por la Comisión como “espionaje”- en tanto los propios querellantes las consideraron “mentiras”, “todo un invento”, “porquerías”, “un pasquín armado de Internet”, “lo que hablaba en la tele, es lo que leía en Internet". Por ello el fiscal señala que aquellas conclusiones de la CPM deben ser valoradas con prudencia "hasta tanto puedan ser corroboradas por otros medios probatorios de carácter independiente". Según Curi, no pueden tomarse por cierto -sin mayores recaudos- la totalidad de las cuestiones que D'Alessio asentaba en sus archivos documentales a los fines de formular imputaciones concretas o agravarse las situaciones de quienes se encuentran sometidos a proceso, sino que "resulta indispensable un mínimo confronte con otros elementos que no revistan carácter dubitable". ■