Fabiola Yáñez, del teatro y el periodismo a ser la próxima Primera Dama
Convive hace cuatro años con Alberto Fernández. Lo conoció cuando le hizo una entrevista para su tesis de la Facultad.
Labios carmesí, vestido entallado, jopo rubio artificial. Seductora en su justa medida, como quien pronosticó la mirada ajena, gesto que, no obstante, deja lugar al contraste, a cierta informalidad. Porque Fabiola Yañez es licenciada en Periodismo y tuvo roles protagónicos en obras del teatro comercial, mundillo que quizás le haya potenciado su belleza. Sin embargo, en unos meses mutó su imagen a un plano más terrenal: mostrarse por comedores y barrios carenciados, liberando una veta de compromiso que, dice, le es propia, aunque ahora se la imponga la coyuntura: ser novia de Alberto Fernández, lo que tras las elecciones podría convertirla en Primera Dama. Ahora bien, sin estar casada, ¿puede Yáñez ocupar ese rol?
La pregunta merece repasar quién es Fabiola Yañez y cuál es su vínculo con Alberto Fernández. Están “vinculados” hace 5 años, conviven hace 4 y se comprometieron (”sin fecha de casamiento”, dijo ella) hace 3. Yañez tiene 38 y se autodefine alegre y optimista, religiosa y espiritual y peronista no militante. Se le preguntó por temas que hoy despiertan gran sensibilidad, como el aborto y, sin afirmar, enfiló por la contraria: “Es una cuestión de salud pública de la que hay que ocuparse. Penalizarlo no ha sido la solución”. Oriunda de Río Negro, necesidades laborales de sus padres la hicieron rotar por 13 escuelas. “Siempre en pueblos chicos”, aclaró en una entrevista con Página 12.
Yañez definió su infancia en el seno de “una familia pobre”. “Por eso cuando voy a los comedores conozco lo que es un piso de tierra y no me shockea”, explicó.
De su carrera de actriz (que arrancó a los 19) se destacan dos obras, de esas que lucen cartelones en la avenida Corrientes: “¡Otra vez papá! Después de los 50...”, con Manuel Wirtz; y “Entretelones”, con Fabián Gianola, a quien terminó denunciando en los medios por acoso sexual.
De su experiencia periodística se suele nombrar su participación en CNN y en los programas de Radio 10 “Común y corriente” e “Incorrectas”. Asentada en Buenos Aires hace 15 años, para terminar la licenciatura en Periodismo (Universidad de Palermo), Yañez debía entregar una tesis. El tema: “La relación interdiscursiva entre el diario Clarín y el primer gobierno de Néstor Kirchner”. Para eso entrevistó a Alberto Fernández. La relación comenzó en 2014.
Yañez no tiene hijos, pero le gustaría tenerlos. En una nota en televisión dejó claro que “es un tema charlado” con Fernández, pero pospuesto por razones obvias. Y viven juntos, sí, pero no contrajeron matrimonio ni tramitaron la unión civil o el certificado de convivencia, signo lógico de los nuevos tiempos, en los que la pasada por el ámbito civil-legal y/o religioso se repliega.
Entonces, ¿podría Yañez ser primera dama?, ¿qué requisitos debe cumplir? Un dato de color: Fernández se divorció en 2005. Será el primer hombre en asumir la Presidencia no estando formalmente casado, desde que Hipólito Yrigoyen (soltero memorable) fue derrocado en 1930.
Una vez, en 2002, Eduardo Duhalde hizo un uso especial de la categoría “Primera Dama”: por decreto, autorizó a la ministra de Educación, Graciela Giannettasio, a “asistir en representación de la primera dama a la XI Conferencia de Esposas de Jefes de Estado de las Américas”.
Una fuente con experiencia ceremonial en el seno diplomático oficial (que pidió reservar su nombre), clarificó el asunto: dijo que la primera dama se determina por usos y costumbres. ¿O sea que podría ser cualquier persona que señale el presidente? “Sí. No hay nada legislado. Cada presidente elige qué rol, qué volumen de actividad le da. Suele ser la esposa del jefe de Estado. Y, si no hay un cónyuge, un familiar directo, generalmente son las hijas”. Pero nada indica que deba ser un familiar. ■