Peña, entre la reivindicación de Macri y las duras críticas internas
Acompañado por los jefes de campañas de Ciudad, Eduardo Macchiavelli, y de Provincia; Federico Salvai, concentró la mayoría de las preguntas. Fue el último en retirarse del escenario. Luego de que Mauricio Macri reconociera la derrota, fue a uno de los extremos a saludar a algunos de los jóvenes dirigentes del PRO, que siempre lo vivaron. El Presidente lo reconoció con un abrazo largo.
Hasta el final Marcos Peña mantuvo el optimismo. Los días previos a la votación, el jefe de Gabinete se entusiasmó con el milagro del balotaje. Macri, que lo sostuvo cuando adentro y afuera de Cambiemos pedían su cabeza, lo reconoció ante su equipo Peña fue uno de los primeros dirigentes de peso en llegar al bunker de Costa Salguero. Lo mismo hicieron sus funcionarios más cercanos.
Peña había sorprendido a la mañana al advertir que para saber el resultado de la elección, tal vez sería necesario esperar al escrutinio definitivo. Más tarde, en conferencia de prensa, ratificó sus dichos, aunque los relativizó. "Vamos a ser respetuosos del recuento. Si hay balotaje o no lo sabremos en unas horas", sostuvo.
Acompañado por los jefes de campañas de Ciudad, Eduardo Macchiavelli, y de Provincia; Federico Salvai, concentró la mayoría de las preguntas. Imperturbable, Peña se mostró confiado en una chance de balotaje y criticó el sistema de la boleta de papel vigente. Tampoco quiso anticipar si sería necesaria un encuentro entre el Presidente y Fernández antes de que abrieran los mercados. “Si hay balotaje no sé si tiene tanto sentido una reunión”, destacó.
El gesto de Salvai, a su lado, sinceró el frío que domina la relación entre
Peña y María Eugenia Vidal.
Con las movilizaciones del SíSePuede y más del treinta por ciento consolidado, la apuesta del ministro coordinador es que Macri continúe liderando el espacio opositor.
La recuperación del oficialismo le da vida a esa hipótesis. “Ni Vidal ni Larreta despiertan la conexión con la gente que tiene Mauricio”, señala en la intimidad el ministro coordinador.
Entre los laderos de Peña primaba un sabor amargo por la derrota relativamente ajustada. “Pudimos estar más cerca. En Provincia no hubo campaña”, se lamentaban. En el equipo de Peña razonaban que la elección fue reivindicatoria para el Presidente.