Quedó ciega por los golpes de su ex y fue a votar custodiada por la policía
Susana Gómez (34). Su agresor quedó libre y ahora tiene una perimetral de 100 km.
Desde hace tiempo, nada resulta sencillo para Susana Gómez (34). Siempre aparecen nuevos obstáculos. La mujer quedó ciega por una brutal golpiza de su ex pareja, y ayer tuvo que ir a votar acompañada por una custodia policial.
Es que el hombre que la maltrató y la dejó al borde de la muerte -Carlos Ariel Goncharuk- ya cumplió su condena y está en libertad desde hace 40 días. Una resolución judicial establece que Susana debe estar con vigilancia todo el día. Cada trámite laboral, administrativo, médico, tiene que hacerlo con una guardia.
La decisión de ir a votar en la escuela 48 "Mariquita Sanchez de Thompson" de Olmos, a pocas cuadras de su casa, también forma parte de las acciones a resguardo. Por eso, una oficial de la Bonaerense se presentó poco antes de las 10 para acompañarla hasta el cuarto oscuro.
"Es muy dificil vivir así. Peleando para que se cumplan las decisiones de la Justicia. Y contra un Estado que primero me abandonó cuando denuncié los maltratos de mi ex pareja y ahora que se resiste a cumplir a pleno la decisión del juez de Familia", dijo la mujer a Clarín. La disputa ahora es para que la División Custodia de la Bonaerense cumpla con el dictamen. Susana no siempre tiene un agente a su lado y esa ausencia la atemoriza.
En julio de 2011 Gómez fue atacada con ferocidad por Goncharuk, padre de sus cuatro hijos. Las secuelas de la paliza le provocaron la pérdida de la visión. Antes de ese episodio, la mujer lo había denunciado 13 veces ante la Justicia. En ninguna de esas oportunidades hubo una actuación concreta. Esa fue la primera situación de abandono que le reprocha a las autoridades estatales.
Goncharuk fue sentenciado en 2014 a ocho años de prisión por lesiones gravísimas. El fallo incluía la realización de talleres o cursos para revertir su propensión a la violencia contra las mujeres. La condena finalizó a mediados de septiembre de este año, pero asesorada por la ONG Casa Abierta María Pueblo, que dirige el abogado Darío Witt, reclamó el cumplimiento pleno de la condena: pidió que el acusado realizara ese tratamiento de rehabilitación que siempre se negó a hacer. Un fallo de la Cámara Penal platense habilitó la liberación de Goncharuk.
En el caso tomó intervención el juez de Familia de La Plata, Hugo Rondina, quien dispuso -para el ex convicto- una restricción perimetral de acercamiento de 100 kilómetros. Por la extensión, se trató de una medida inédita. Según fuentes judiciales, Goncharuk se instaló en Moreno, a 107 kilómetros de la casa de Gómez.
Pero además, exigió una custodia “permanente” para la mujer. “Estamos teniendo problemas para que se cumpla esta decisión. Nos ofrecen un rondín. Un policía que pasa una vez por día o cada dos días. Eso no es suficiente”, explicó Witt a este diario.
La policía que la acompañó llegó 30 minutos antes de la hora prevista para ir a votar y se fue cerca del mediodía. Después, Susana quedó otra vez sola con sus temores.
“Mi voto es para que haya políticas contra la violencia de género pero serias. Que se cumplan. Que tengan presupuesto. Y no pierdo las esperanzas”, reflexionó Susana. La policía escuchaba en silencio. ■