Santiago vivió una tregua, pero la protesta siguió en Valparaíso
En la capital de Chile hubo calma ayer. Los choques ante la sede del Congreso Nacional en la ciudad portuaria.
En pausa, como si fuese una tregua. Así pasó el domingo en Santiago y buena parte del país. Pero en la ciudad de Valparaíso, a sólo 120 kilómetros de la capital de Chile, y en Viña del Mar, al norte, hubo grandes movilizaciones. Los chilenos se unieron en dos marchas pacíficas hasta el Congreso Nacional. Esperan una reacción del presidente Sebastián Piñera, que ha pedido la renuncia a sus ministros pero hasta anoche nadie había dejado su cargo. Hoy será un día de definiciones.
En Santiago hubo una bicicleteada que reunió a jóvenes y familias. En Parque O’Higgins, un grupo de artistas locales llamó a una actividad que reunió a más de 20 mil personas. Para hoy convocan a una nueva concentración, pero esta vez frente al Palacio de La Moneda. La cita es a las 16 y esperan que sea tan masiva como la del viernes, que reunió a más de un millón de personas en Plaza Italia, algo así como nuestro Obelisco. La cifra es récord en la historia del país.
Lejos de la aparente calma de la capital, hubo corridas y otra marcha que terminó en represión. Dispuestos a dispersar, una avanzada de carabineros generó corridas. También arrojaron agua y gases. Sucedió por la tarde, a través de otro llamado por redes sociales bajo el lema “esto no ha terminado”. Trece kilómetros separan Valparaíso de Viña del Mar. El punto de encuentro fue el Congreso, ubicado en Valparaíso. La avenida España se convirtió en un enjambre, una marea ciudadana. Hasta que los carabineros arrojaron bombas y agua.
El Ejecutivo mantiene, aunque en menor cantidad, a las fuerzas de Seguridad en las calles. Esto no ocurría desde 1990, año del retorno de la democracia. Difícil entender por qué la policía y los militares reaccionan con violencia, dado que Piñera firmó ayer el decreto que suspende el estado de emergencia en todo el país y ya había levantado el toque de queda en varias regiones. Además, hoy llega el comité de ONU encargado de investigar posibles violaciones a los derechos humanos. La lista oficial indica 20 muertos por la brutal represión de los últimos diez días. Para las organizaciones civiles son más.
A todo esto, el diario La Tercera publicó ayer los resultados de un monitoreo realizado por la consultora Cadem: la popularidad del derechista Piñera se desplomó a un 14%, frente a
La imagen de Piñera cayó al 14% desde un 29% que mostraba antes del estallido social en Chile.
un 29% la semana previa al estallido social. Ese 14% rompe la marca que la misma encuestadora había registrado en marzo de 2016, cuando la mandataria socialista Michelle Bachelet alcanzó un mínimo de 18%, tras conocerse un caso de corrupción que involucró a su hijo.
Hoy podría haber anuncios respecto de cambios en el Gabinete. Piñera se juega buena parte de la poca credibilidad que le queda en el reemplazo de sus ministros. Hasta anoche ninguno había dejado su cargo. “La renovación debe ser total y las medidas tienen que ajustarse al reclamo de la calle: queremos calidad de vida, no más trabajar para los ricos, que en este país son una minoría”, dijo a Clarín Renata Misemeyer, empleada doméstica, 49 años.
Los reclamos exceden el precio del pasaje del subte, que fue el disparador del estallido social. Fue hace diez días, cuando el Ejecutivo anunció el tercer aumento del año en el boleto: de 800 a 830 pesos chilenos, unos US$ 1,16. Los estudiantes secundarios y universitarios lanzaron una consigna que se viralizó en redes sociales: “evade”. Así, convocaron al resto de la población a no pagar el ticket. Los chilenos piden educación y salud gratuita y de calidad, suba en las jubilaciones, baja en los sueldos de los funcionarios públicos, entre otros reclamos.
Piñera pretende trabajar con un nuevo Gabinete luego del anuncio de una serie de medidas, el miércoles, que fueron rechazadas por los chilenos. Dijo, por ejemplo, que aumentaría un 20% las pensiones, que aquí están privatizadas como cuando en la Argentina existían las AFJP. Un jubilado cobra unos US$ 140. La suba equivale a lo que gasta una persona si se sienta almorzar en el centro de Santiago.
La “agenda social” de Piñera también incluyó rebajas en los precios de la luz y de los medicamentos, y en
los sueldos y asignaciones de los parlamentarios, que oscilan entre los US$ 27.000 y 44.000 mensuales. Esas propuestas no conformaron. Mucho menos el pedido de disculpas de su parte. En el medio, una veintena de muertos. Y según las organizaciones de Derechos Humanos, 1.092 heridos y 3.193 detenidos. ■