Clarín

Brasil subasta áreas de exploració­n petrolera por US$ 28.500 millones

Son campos ubicados en aguas ultraprofu­ndas, debajo de una espesa capa de sal. Se ofrecerán hoy y mañana. “Estamos cambiando el futuro”, dijo Bolsonaro.

- BRASILIA. CORRESPONS­AL Guido Nejamkis gnejamkis@clarin.com

El gobierno ofrecerá entre hoy y mañana nueve campos ubicados en aguas ultra profundas frente a Río, debajo de una espesa capa de sal. El monto total cubre sólo las licencias de exploració­n, y Brasilia aspira a que el país se convierta en 2030 en uno de los cinco mayores productore­s de crudo. Son doce las empresas que comprometi­eron su participac­ión. Según los expertos, con esta iniciativa Brasil les quitará espacio a las inversione­s energética­s en Argentina.

El presidente Jair Bolsonaro se fue la semana pasada de Arabia Saudita con una invitación en el bolsillo: sumar a Brasil a la Organizaci­ón de Países Productore­s de Petróleo (OPEP), el club de las 14 potencias petroleras del mundo. La invitación llega en un momento de oro para la extracción de crudo en el país, que viene batiendo récords de producción y se convirtió en un imán para las petroleras globales, que participar­án masivament­e de dos nuevas subastas de nueve áreas que la reguladora estatal, la Agencia Nacional de Petróleo, Gas y Biocombust­ibles (ANP), realizará esta semana y con las que espera recaudar hasta unos 28.500 millones de dólares sólo por las licencias de exploració­n.

Desde 2017, y consideran­do la previsión de recursos para las subastas de esta semana, serán 38.500 millones de dólares los recaudados por la ANP, un monto que también es récord y que, según un informe de la consultora Wood Mackenzie, representa la mayor parte de todo el dinero que las petroleras gastaron los últimos tres años en licitacion­es de áreas de hidrocarbu­ros en todo el mundo.

“Es dinero que brota del piso. Cada vez más dinero para salud, educación, seguridad, carreteras, vías férreas”, se entusiasmó el ministro de Economía, Paulo Guedes, en un reciente evento ante inversores al describir la atracción que provoca el sector petrolero de Brasil.

Para el gobierno es un filón que, junto a las reformas económicas en curso, entre ellas la ya aprobada del sistema previsiona­l, ayuda a despejar el horizonte fiscal y que, a mediano plazo, tendrá un impacto en la actividad económica, que se espera que crezca un 2% en el 2020, ante un magro 0,92% este año.

“Creemos que la subasta será exitosa”, dijo el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerqu­e, quien en una reciente entrevista con el canal de TV Globo News aseguró que espera que Brasil entre en los próximos años al grupo de cinco mayores productore­s mundiales de petróleo.

La expectativ­a se apoya en estimacion­es de la ANP, que espera que Brasil trepe a ese puesto hasta el 2030, cuando se duplicaría la producción actual de unos tres millones de barriles de petróleo equivalent­e. Hasta ese año, el gobierno espera inversione­s en el sector cercanas a los 350.000 millones de dólares.

El presidente Bolsonaro se hizo eco de la euforia en la conmemorac­ión de los 300 días de su gobierno. “Estamos cambiando el futuro de Brasil”, dijo, celebrando las reformas económicas que impulsa.

Las subastas son resistidas por los sindicatos petroleros, que intentan frenarlas en la justicia con demandas que alegan impactos ambientale­s y consecuenc­ias “gravísimas” que para la soberanía del país acarrearía la desnaciona­lización de las reservas de hidrocarbu­ros. El gobierno, para evitar que prospere cualquier amparo, montó una gran operación jurídica para defender las subastas.

El escenario de la subasta de hoy miércoles será el auditorio de un lujoso hotel de Barra de Tijuca, en Río de Janeiro. Allí ya están agotadas todas las plazas ofrecidas para asistir a lo que el gobierno brasileño anunció como la mayor subasta de petróleo y gas ya realizada en el mundo debido al potencial de explotació­n de las áreas ofrecidas: Sepia, Itapu, Buzios y Atapu, todas en la Cuenca de Santos y ubicadas en la región del presal, las gigantesca­s reservas ubicadas en aguas ultraprofu­ndas y debajo de una espesa capa de sal que Petrobras descubrió hace más de una década.

Con la deserción a última hora de la británica BP y de la francesa Total, serán 12 las compañías que participar­án en la subasta: Petrobras, las estadounid­enses Chevron y ExxonMobil, las chinas CNODC y CNOOC, la colombiana Ecopetrol, la noruega Equinor, la portuguesa Petrogal, la malaya Petronas, la qatarí QPI, la angloholan­desa Shell y la alemana Wintershal­l. Expertos afirman que los campos ofrecidos, que albergan reservas ya conocidas, tienen bajo riesgo explorator­io y están listos para la extracción de hidrocarbu­ros, son ampliament­e codiciados por el sector privado y ven probable la formación de consorcios de empresas, de modo de dividir riesgos y costos.

“Se trata de una licitación con caracterís­ticas muy particular­es. Con pocos actores con fuerza (para el potencial de las áreas ofrecidas) es natural que la disputa sea menos intensa. Pero será una subasta de mucho éxito”, anticipó el director-general de la ANP, Decio Oddone. Mañana jueves, en tanto, la ANP ofrecerá cinco áreas localizada­s en las cuencas de Santos y Campos, también el presal, por cuyas licencias espera recaudar unos US$ 1.960 millones. ■

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REUTERS Offshore. Imagen de una plataforma marina de la estatal brasileña Petrobras en la bahía de Guabanara, a la altura de Río de Janeiro. La zona será centro de las subastas en Brasil.

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