España, dividida en cinco partidos, se encamina a otra frustración electoral
El último debate no despejó la certeza sobre si el ganador de las elecciones del domingo podrá formar gobierno.
Bloqueados. Así titularon ayer martes algunos periódicos españoles el resultado del único debate electoral en el que los cinco principales candidatos a ganar las elecciones del domingo 10 de noviembre se trenzaron el lunes por la noche sin resolver la duda que agobia a toda España: si esta repetición electoral finalmente dará como resultado la formación de un nuevo gobierno.
Luego del sabor amargo que dejaron las presidenciales del 28 de abril, con un PSOE vencedor pero sin voluntad para compartir el poder en una coalición, la frustración que se respira estos días en las calles tiñó también la percepción que dejó el debate entre el presidente en funciones y candidato socialdemócrata, Pedro Sánchez; el líder del Partido Popular, Pablo Casado; el de Ciudadanos, Albert Rivera; el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y el presidente de Vox, Santiago Abascal, que debutó en este debate.
Durante casi tres horas, los candidatos discutieron sobre cohesión territorial, economía, transición ecológica, políticas sociales y memoria histórica. Hubo cruce de dardos venenosos y también de fuego amigo, como los roces vidriosos entre Rivera y Casado, que se siguen disputando el liderazgo de la derecha.
“He hecho una propuesta -dijo Sánchez a la salida del debate-. Si no hay acuerdo por parte del Congreso de los Diputados para formar gobierno, ¿van a volver a bloquear la situación? ¿Por qué no permitimos que gobierne la lista más votada?” El mandatario en funciones y candidato del PSOE no respondió si aceptaría o no el voto independentista para ser investido y volvió a desairar a Iglesias, quien insiste, oportunista, con una coalición PSOE-Podemos a partes iguales. “El partido liderado por el señor Iglesias me ha votado cuatro veces en contra. He tenido mala suerte”, ironizaba Sánchez.
Iglesias, un favorito en los debates televisivos por su tono moderado, casi entre susurros, y su apelación a la empatía de la audiencia, opinó a la salida: “Yo he tratado de explicar que, a nuestro juicio, lo mejor para España sería dejar los reproches atrás, combinar la valentía de Unidas Podemos con la experiencia del Partido Socialista, y hacer un gobierno que se convierta en una referencia en políticas progresistas para Europa. Me gustaría que Pedro Sánchez rectificara e hiciera este camino con nosotros.”
Casado, del PP, dejó claro que no va a apoyar al mandatario. “Me voy con la preocupación de saber si el presidente, ganara o perdiera las elecciones, volverá a pactar con los partidos condenados por sedición por el Tribunal Supremo -dijo a la salida del debate-. Es inconcebible que no renuncie a pactar con aquellos que están alentando hoy mismo la desobediencia y la violencia”. También increpó a Sánchez: “Lo hago responsable de que se pueda votar con normalidad en Cataluña, porque usted no está aplicando la ley ”.
Rivera, de Ciudadanos, llevó cotillón al debate como es su costumbre. “Esto no es un souvenir del Muro de Berlín”, dijo mostrándole a Sánchez un ladrillo de los que se arrojaron a los Mossos d’ Esquadra, la policía catalana, durante los enfrentamientos con independentistas violentos que protestaban en contra de las sentencias del Supremo a los líderes catalanes que intentaron declarar la independencia de Cataluña en 2017.
Y disparó contra el PP, su socio de gobierno en algunas autonomías y municipios, recordándole a Casado los episodios de corrupción que salpicaron a su partido .
El ultraderechista Abascal, compactó su mensaje: “Vox es una alternativa patriótica”, dijo al tiempo que insistió en que, si llega a ser presidente, anulará las autonomías y controlará la inmigración a la que asoció a la delincuencia sin que, ninguno de los otros candidatos lo corrigiera.
“Son muchas las amenazas que tenemos por delante. Es importante acabar con esta transitoriedad. Hemos hecho anuncios importantes: una propuesta de desbloqueo a partir del 10 de noviembre, también de crear una vicepresidencia económica, crear un ministerio contra la despoblación, cerraba Sánchez durante su tiempo en el debate . ■
El socialdemócrata Pedro Sánchez estima que no pactará con el populista Podemos.