Así llevaron a Russo a la cárcel
Lo dicen la fiscal y la abogada del hospital, las dos mujeres que impulsaron la causa. Ricardo Russo irá 10 años a prisión por producir y distribuir pornografía infantil.
Son la fiscal y la abogada querellante en el caso del pediatra del Garrahan condenado por pornografía.
Dos mujeres lograron que el pediatra Ricardo Russo sea condenado a 10 años de prisión y reciba una “inhabilitación perpetua” para ejercer la medicina. A partir de la evidencia que ellas presentaron, el médico fue declarado culpable de tener, producir y facilitar pornografía infantil.
Al día siguiente de la sentencia, Clarín se reunió con Daniela Dupuy, fiscal penal especializada en delitos informáticos de la Ciudad, y María Susana Ciruzzi, abogada querellante del Hospital Garrahan. “No es fácil transmitir investigaciones en entornos digitales. Ha resultado un desafío importante”, arranca Dupuy.
Se les pregunta por el impacto mediático, pero Ciruzzi prefiere hablar de un “impacto personal” porque ella representa al Hospital donde Russo trabajó durante 26 años y desde 2008 fue el jefe del sector de Inmunología y Reumatología. Hasta que lo apartaron del cargo, cuando quedó detenido, en mayo de este año. “Fue un baldazo de agua fría”, grafica.
Lo conocía bien de cerca. “Era cruzarnos todos los días. Era un contacto permanente, por decisiones que hay que tomar sobre los pacientes, el cuidado de los niños, consentimientos informados”, explica. “Hemos perdido, quizás, a la persona que más sabe de reumatología pediátrica en el país. Formar a otra persona ahora, con toda esa experiencia, nos va a llevar años”, acota quien calificó a Russo de “eminencia”.
Aberrante. Esa palabra usa Dupuy para definir la evidencia que transmitieron –sin presencia de público ni de periodistas- durante el juicio. “Son imágenes y videos largos, de una violencia y un abuso sexual tan explícito que realmente fue impresionante para todos los ahí presentes”.
Entiende que hubo más de 1.500 víctimas, considerando a todos los “niños, niñas y adolescentes” que aparecen en las fotos y videos, siendo abusados o explotados sexualmente. Hay desde bebés hasta chicos de 12 años. “Había un video en el que un adulto ejecutaba acciones sexuales con bebés o niños”, explican.
Además, descubrieron que Russo sacaba fotos en las playas. “Hacía foco y zoom a las partes genitales de las chiquitas que se encontraban jugando. Estaba al acecho”, dice Dupuy.
Dentro del Garrahan, comprobaron que Russo hizo cuatro producciones de cuatro pacientes. Solo identificaron, con nombre y apellido, los casos de unas mellizas, cuyos padres están notificados y siguen siendo atendidas en el Hospital.
“Esas serían las víctimas directas. No pudimos individualizarlas, porque él sacó fotos de las partes íntimas. Sí pudimos comprobar que esas fotos se sacaron en su consultorio del hospital Garrahan y con su teléfono celular”, subraya la fiscal.
Por su parte, Ciruzzi señala: “En el hospital, inmediatamente nos pusimos a disposición de los padres y armamos un comité de crisis”. Asegura que tienen “descartado que haya más fotos producidas dentro del hospital”. Y también rechaza la posibilidad de que haya otros casos: “Es impensable que alguien más pueda tener una conducta de este tipo”, lanza.
“El hospital fue considerado víctima en toda esta situación. Es una situación que no hay forma de prevenirla, más que con lo que ya hacemos comúnmente, que es cuidar a los niños”, sigue la abogada. “Vamos a mejorar los protocolos para la toma de fo
Hemos perdido a una eminencia, quizás la persona que más sabe de reumatología infantil en el país. Fue una situación imposible de prevenir. El hospital fue considerado víctima”.
María Susana Ciruzzi Abogada del Garrahan
tografías, en eso estamos trabajando”, enfatiza. Descarta poner cámaras en los consultorios (“implica una intromisión en la vida de los pacientes”) y tampoco se van a controlar las computadoras del hospital ni revisar la vida on line de los médicos.
“Es impensable que alguien pueda acceder desde la Intranet del hospital a este tipo de contenidos”, señala Ciruzzi. “Probablemente él lo había descargado de un pendrive o un disco externo y lo había guardado en una carpeta que estaba disimulada con el nombre de un conjunto musical”, continúa la abogada, en referencia a la banda “Tom Petty and the Heartbreakers”.
“Mi equipo está acostumbrado a investigar este tipo de casos”, subraya Dupuy, quien remarca que siempre ha tenido “un fuerte apoyo institucional del fiscal general, tanto el saliente, Luis Cevasco, como el entrante, Juan Bautista Mahiques”.
Por lo general, son casos con connotación trasnacional. “Se dan particularidades muy parecidas a las de Russo. Muchas veces son personas que tienen un trabajo afín, con niños y niñas, o personas que son vistas como referentes, como un profesor, o casos dentro del ámbito intrafamiliar. Sí me llama la atención este tipo de personalidades que son queridas, a nivel familiar o laboral. Manifiestan una imagen que la gente respeta, y que tapa otros hechos aberrantes”, concluye Dupuy.