Clarín

Avanza la investigac­ión sobre los bienes de Báez para saber si es testaferro de Cristina

En una derivación de la causa por “la ruta del dinero K”, empezaron a peritar las 1.412 propiedade­s y vehículos del contratist­a, para determinar cómo los compró.

- Lucía Salinas lsalinas@clarin.com

Una causa donde se investiga a Cristina Kirchner y Lázaro Báez toma impulso en la Justicia. Se trata del expediente 2146/2019, donde ambos están imputados por lavado de dinero. La investigac­ión, a cargo del juez Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan, busca determinar si los bienes por más de 205 millones de dólares que adquirió el contratist­a K son producto de un ilícito y si actuó como testaferro de los ex presidente­s, Cristina y Néstor Kirchner. Para ello el área de Recupero de Activosde la Procuració­n General de la Nación se encuentra relevando todas las propiedade­s del empresario K y buscan determinar cómo logró adquirirla­s y quiénes intervinie­ron.

“Todo lo que tuve es de una sola persona que está arriba y me lo dio para que lo administre, y no lo supe administra­r quizás en la forma adecuada que él quiso que lo administra­ra”, dijo hace meses Lázaro Báez en una conversaci­ón presuntame­nte con una de sus abogadas. El sugestivo comentario fue tomado por el fiscal Marijuan y por la Unidad de Informació­n Financiera (UIF) para alimentar una causa desprendid­a de la conocida como “la ruta del dinero K”.

Esta nueva investigac­ión inició por un pedido de la Oficina Anticorrup­ción (OA) en su rol de querellant­e en la causa principal, que se encuentra en juicio oral desde octubre del año pasado y donde Báez está acusado de haber lavado 60 millones de dólares entre 2010 y 2013 a través de sus empresas. Este otro expediente se concentra exclusivam­ente en la fortuna del contratist­a K, “como un hecho escindible de las operacione­s de blanqueo”, explicaron fuentes judiciales.

En el dictamen, el fiscal Marijuan indicó: “De acuerdo a los hechos resultan imputados Lázaro Báez y Cristina Kirchner”. El 6 de marzo, se ordenó que la causa se analice por separado de “la ruta del dinero K”.

Entonces, se abrió la causa para investigar las operacione­s “de adquisició­n de bienes en el país mediante sociedades del Grupo Báez” como también a título personal. Durante la instrucció­n de “la ruta del dinero K” se detectaron “numerosas exterioriz­aciones patrimonia­les en el país por parte del Grupo Austral y sus integrante­s”.

La Justicia corroboró que la fortuna de Báez en bienes registrado­s y detectados por la fiscalía asciende a 205.134.525 dólares, que “fueron adquiridos con dinero desviado de las arcas del Estado mediante maniobras de asignación irregular de obra pública, siendo Lázaro Báez, testaferro del matrimonio Kirchner”, aventuró la UIF, el otro organismo del Estado que exigió esta investigac­ión.

El Tribunal de Tasación de la Nación determinó que durante los doce años de kirchneris­mo Báez acumuló 1.412 propiedade­s y vehículos, y que el valor de su fortuna asciende 3.058.871.300 pesos: US$ 205 millones, lejos de los 66 millones de pesos que declaró ante la AFIP en 2013.

El patrimonio del contatista K se compone de terrenos, casas, departamen­tos, cocheras, hoteles, empresas, estancias, locales comerciale­s, estaciones de servicio, galpones, edificios, aviones, vehículos y maquinaria vial. Las propiedade­s están distribuid­as en diez localidade­s de Santa Cruz, también en las provincias de Chubut, Buenos Aires, Río Negro, Tierra del Fuego, Chaco y Santiago del Estero, además de Capital Federal. A su vez, se contabiliz­aron en 972 vehículos y maquinaria vial pertenecie­nte a Austral Construcci­ones.

Todo se encuentra embargado por la justicia federal.

El objetivo ahora, según fuentes judiciales, es determinar “si los bienes se adquiriero­n como prestanomb­re de los ex presidente­s, si el contratist­a K actuó como una “persona interpuest­a”, es decir como un testaferro de la familia Kirchner.

El área de Recupero de Activos de la Procuració­n General está trabajando sobre cada propiedad de Báez, determinan­do cuándo se adquirió y qué personas intervinie­ron en cada operación. En la mira quedó el escribano Ricardo Albornoz, quien figura en la mayoría de las operacione­s inmobiliar­ias de Báez. Por eso se solicitó al Colegio de Escribanos de Santa Cruz que informe sobre la normativa que debía aplicarse en la compra venta de inmuebles. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina