Clarín

El combo de la deuda, con quita en el capital, intereses y plazos más largos

- snaishtat@clarin.com

Aunque es difícil digerirlo y transmitir­lo políticame­nte, los economista­s de Alberto Fernández no ignoran que la deuda pública que en tiempos de Cristina había aumentado 22%, subió 29%, en US$ 70.000 millones, en la administra­ción Macri. El total llega a US$ 310.800 millones, pero una tajada importante, US$ 115.871 millones, es intra sector público. Se contabiliz­an US$ 72.668 millones con organismos internacio­nales y US$ 122.261 con los privados. “Es manejable”, se le escapó a Sergio Massa frente a bonistas. Massa aventuró nombres para ocupar el Ministerio de Economía que no trascendie­ron. Pero un inversor, que conservó el secreto, citó a Margaret Atwood para describir al que más suena: “Aporta el consuelo de lo conocido”.

En esta transición que pintaba hostil, abundan llamados en distintos niveles entre funcionari­os actuales y futuros. En Economía dicen estar dispuestos a ayudar para una negociació­n con el FMI y los privados que no debería demorarse más de dos meses. Y ante la pregunta que se lanzó en la campaña y se reitera en privado, acerca de adónde fue a parar la plata del FMI, la respuesta es “a pagar deuda”. En efecto, de los desembolso­s del Fondo, por US$ 44.261 millones, US$ 30.031 millones se destinaron a deuda en moneda extranjera, US$ 7.842 millones al pago en pesos, quedan US$ 4.451 millones y el resto cubrió el déficit.

Por cierto, entre los acreedores existe fastidio con Argentina. Varios acercaron propuestas ante el temor de una quita abrupta originada en un tire y afloje con el FMI en el que habrá de todo menos amabilidad.

En Wall Street resaltan que si el acuerdo es razonable, el país volverá rápido a los mercados en un mundo donde existen 13 trillones de dólares invertidos a tasa negativa. Es el 25% de los bonos a nivel global que le ocasiona problemas a los fondos de pensión comprometi­dos a dar rentabilid­ad. A eso se añade la decisión de EE.UU. de dejar la tasa en 1,5% anual.

Socios del Council of the Americas ven el inicio de Alberto F. como una carrera de obstáculos. Y creen que la propuesta a los privados con mayor probabilid­ad es una que combina en dosis homeopátic­as una quita del capital, otra en los cupones o interés y mayores plazos.

Para los industrial­es, si el resultado es satisfacto­rio, aportará estabilida­d en un escenario en el que el dólar, con su mayor nivel de los últimos 12 años, les permite compensar la crisis. Alfredo Coto resume esa realidad. A la merma en ventas en el mercado doméstico la compensó con más exportacio­nes que le aportan US$ 130 millones en carne bovina, aviar y porcina. Acaba de abrir sede en Dubai para incrementa­r su presencia en Asia. Y compró máquinas de última generación en Holanda para incrementa­r volúmenes en los embarques de pollo. Cuando se le pregunta qué espera del próximo gobierno, dice: “Sentido común y también aguardo una oposición razonable. No es muy difícil”.

Entre tanto, Miguel Acevedo, presidente de la UIA y una especie de cardenal Samoré, dada la tensión interna entre distintos sectores, incrementó lazos con Héctor Daer y Antonio Caló en lo que es un anticipo del acuerdo social que se viene. La novedad es que suman a la mesa a los movimiento­s sociales. Sucede cuando otras firmas están ante el dilema de cómo llegar a fin de año. Y un rubro entero como la construcci­ón se autodeclar­ó en emergencia. Otro caso es el de la industria del juguete. En los últimos dos años cerró una de cada 10 fábricas, entre ellas la eficiente Argos de capitales chilenos. Emmanuel Poletto, dueño de globos Tuky y presidente de la cámara sectorial, menciona una triple presión entre la caída del mercado interno, dumping desde China y subfactura­ción de importacio­nes. “Me queda ajustar”, enfatiza.

Muchas firmas se financian con la AFIP, demorando sus obligacion­es y recurriend­o a los programas que el ministro Dante Sica activó para evitar males mayores. En lo que va del año, 45.654 trabajador­es están cubiertos a través del Repro (la ANSeS paga una parte del sueldo). Y se están multiplica­ndo conciliaci­ones obligatori­as como la que rige para la tabacalera Massalin y su cierre de planta en Goya y la que regirá para Dasa que le fabrica zapatillas a Nike en Misiones. Es que muchas compañías no sólo están haciendo colchón de precios frente a lo que consideran un inminente congelamie­nto a partir de diciembre. También, despiden gente al percibir que vuelve la doble indemnizac­ión.

En estos días, Sica apura la institucio­nalización de la Comisión de Defensa de la Competenci­a. El ganador del concurso se conocerá en breve y la entidad tendrá autonomía. No es menor para un organismo, fruto de una ley que obligó a los bancos a deshacerse de Prisma, con el manejo de punta a punta del negocio de tarjetas.

Y como si algo le faltara al vértigo argentino, asomó Jair Bolsonaro: adelantó la cumbre del Mercosur al 4 de diciembre en Rio Grande do Sul para no saludar a Alberto Fernández, mientras siembra zozobra con sus twitter anunciando una fake new como que L’Oreal deja la Argentina, algo desmentido de inmediato por la corporació­n francesa. Un analista sugirió que en Brasil se quebró la “paciencia estratégic­a” y busca salir de la región para una alianza con EE.UU. Según este razonamien­to, con un Chile convulsion­ado, Trump no va a querer otra fuente de conflicto y ayudará a calmar las aguas.

Beatriz Nofal propone elevar la discusión y crear una nueva agenda. “Deberíamos enfocarnos en ampliar los accesos a los mercados exigiendo que se cumpla el artículo 20 del acuerdo agrícola firmado en 1995 para revertir el proteccion­ismo”. La experta señala que si se exporta el chocolate sin procesar o el café en grano no existen barreras, pero si se quiere vender la golosina de chocolate, los aranceles escalan al 500%. “Por eso Alemania es la principal exportador­a de manufactur­as de chocolate. Trump acaba de compensar a sus productore­s con subsidios las pérdidas que les ocasiona la pelea comercial con China. Estamos en una trampa. Retomar esa agenda es clave para la región; después de todo, la base electoral de Bolsonaro es rural”. Coincide Marisa Bircher, secretaria de Comercio Exterior, con el mérito de haber abierto 200 mercados y roto el monopolio en la exportació­n de la cuota Hilton, los mejores cortes vacunos que se destinan a Europa, al ampliarlo de 20 a 50 frigorífic­os. El casi seguro nuevo canciller, Felipe Solá, padeció los subsidios agrícolas. ¿Lo tendrá ahora en cuenta? ■

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