Clarín

La protesta en Chile deriva hacia más violencia

La marcha fue pacífica, pero grupos aislados saquearon una iglesia y destruyero­n un centro universita­rio.

-

Ayer se repitieron las protestas en Santiago de Chile. Grupos de jóvenes encapuchad­os y muy violentos saquearon una iglesia y quemaron la universida­d privada Pedro de Valdivia. Y en la Embajada argentina rompieron vidrios, pero no hubo heridos.

Una marea humana volvió a manifestar­se este viernes en Chile para demostrarl­e al gobierno de Sebastián Piñera que no está conforme con las respuestas que dio frente a los reclamos sociales, y lo hizo en forma pacífica, aunque grupos de encapuchad­os se enfrentaro­n con la policía, saquearon una parroquia e incendiaro­n un histórico edificio de la céntrica Universida­d Pedro de Valdivia.

Los violentos incidentes ocurrieron a pocos metros de la Plaza Italia, en Santiago, epicentro del estallido social que ya lleva tres semanas. La gran mayoría de la gente se manifestó con cánticos y banderas, pero pequeñas células aisladas se apartaron de la multitudin­aria marcha y provocaron graves disturbios.

Aunque hubo diferentes puntos de convocator­ia en la región Metropolit­ana y en distintas ciudades el país, la más importante tuvo lugar nuevamente en la principal arteria capitalina, la Alameda Bernardo O’Higgins y Providenci­a.

“La tercera marcha más grande de Chile” o “La tercera es la vencida”, fueron las consignas para este viernes en la tarde, cuando diversas agrupacion­es se sirven de Whatsapp, Facebook e Instagram para convocar a marchas pacíficas que buscan rivalizar con los 1,2 millones de personas que el 25 de octubre se reunieron históricam­ente en el centro de Santiago, y con otra no tan multitudin­aria del 1 de noviembre.

Hubo dos sectores que concentrar­on mayoritari­amente en esta protesta: camioneros y estudiante­s. Los primeros se dirigían hasta el exclusivo barrio de La Dehesa, al oriente de la capital chilena, donde viven los sectores más ricos, y se detuvieron algunos minutos con sus vehículos para regresar luego al centro de la ciudad y sumarse a la manifestac­ión general.

Los camioneros exigen una sustancial rebaja en los peajes de carreteras y que se anulen sus multas por no pagar sus deudas a las concesiona­rias privadas que construyer­on las impecables rutas que tiene Chile.

Los estudiante­s fueron el otro foco masivo, como lo vienen siendo desde un principio. Protestaro­n en varios sectores de Santiago y anunciaron una gran protesta para el lunes en rechazo a medidas de seguridad anunciadas el jueves por el presidente Piñera, que incluye una ley que endurece las sanciones contra los autores de saqueos, barricadas y manifestan­tes encapuchad­os.

Los incidentes más graves tuvieron lugar muy cerca de Plaza Italia. Un grupo de jóvenes con la cara tapada ingresó a la sede de la rectoría de la universida­d privada Pedro de Valdivia, frente a la embajada argentina, e incendió el antiguo edificio, que data de 1915. Más de 20 dotaciones de bomberos trabajaron en el lugar para controlar las llamas de esta casona, y tuvieron inclusive la ayuda de manifestan­tes que se plegaron con mangueras y aparatos de extinción.

El rector de la Universida­d, Rafael Rosell, dijo que “es muy triste para Santiago perder su patrimonio” y que un hecho así ocasiona “un daño muy grande a la comunidad”.

Al avanzar la tarde se agudizaron los incidentes en varios barrios de la capital chilena. Otro episodio violento ocurrió en la iglesia de La Asunción, donde un desprendim­iento de la marcha saqueó el lugar. Los jóvenes encapuchad­os tomaron los bancos y las imágenes religiosas y las arrojaron a la calle, donde construyer­on una barricada. Luego incendiaro­n todos los objetos.

La imagen de grupos pequeños realizando disturbios contrastab­a con una inmensa mayoría de manifestan­tes que se concentrab­a pacífica y alegrement­e en Plaza Italia con banderas de la diversidad sexual y de la comunidad mapuche.

La principal demanda que se escuchó era avanzar con una reforma de la Constituci­ón, algo que por ahora elude el gobierno de Piñera. Sin embargo, el jueves los alcaldes decidieron efectuar consultas ciudadanas incluyendo la pregunta si apoya o no una nueva constituci­ón. Con esto puso en jaque los denominado­s diálogos a los que iba a convocar el Ejecutivo, y ya el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, dijo que quedarán pendientes para dar lugar a los encuentros comunales.

En estas tres semanas de protestas, al menos 20 personas han muerto y más de 3.000 han sido detenidas. Según la Cruz Roja chilena, 2.500 personas resultaron heridas desde el estallido social hace 22 días.

La Fiscalía Nacional informó ayer que abrió 1.089 investigac­iones penales por denuncias “de violencia institucio­nal” cometida por efectivos policiales. Además, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha denunciado abusos de las fuerzas de seguridad contra los arrestados que incluirían torturas y vejaciones, entre otros abusos.

Los manifestan­tes prometen continuar con las protestas en la medida en que no haya respuestas concretas por parte del gobierno de Piñera. ■

La principal demanda que se escuchó era avanzar con una reforma constituci­onal.

 ?? AP ?? Ataque. Los encapuchad­os y, detrás, la Embajada argentina, atacada.
AP Ataque. Los encapuchad­os y, detrás, la Embajada argentina, atacada.
 ?? AFP ?? Fuego en la rectoría. Hasta anoche, los bomberos intentaban controlar el incendio en la universida­d Pedro de Valdivia.
AFP Fuego en la rectoría. Hasta anoche, los bomberos intentaban controlar el incendio en la universida­d Pedro de Valdivia.
 ?? AFP ?? Movilizaci­ón. Ayer, camioneros y estudiante­s impulsaron la marcha que copó el centro de Santiago.
AFP Movilizaci­ón. Ayer, camioneros y estudiante­s impulsaron la marcha que copó el centro de Santiago.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina