El Papa, emocionado con un mensaje de su hermana
El artista Gustavo Masó le llevó al Vaticano una escultura y un audio de María Elena Bergoglio. No se ven desde 2013.
“Mirá que me gustaría estar con vos y abrazarte”. Jorge Bergoglio, 82, escuchó ayer, emocionado hasta las lágrimas, la voz de su hermana María Elena, once años menor, que no ve desde que salió en marzo de 2013 de la Argentina y fue elegido Papa. El pintor Gustavo Masó, a su lado en una audiencia privada con Francisco, acaba de entregarle la escultura en piedra de la mano izquierda de su hermana y le hace escuchar el mensaje de audio. De los cinco hermanos Bergoglio, solo quedan vivos Jorge Mario y María Elena. El no volvió nunca a la Argentina, ella no está en condiciones de salud para afrontar el estrés del viaje y la emoción del reencuentro.
Con un fondo de música de Mozart, María Elena le dice en un minuto: “Mirá que me gustaría estar con voz y abrazarte. Creeme que estamos abrazados. A pesar de las distancias estamos muy abrazados”.
Gustavo Masó contó a Clarín que mientras su hermana hablaba, el Papa argentino acariciaba la mano de la escultura. “Después de escuchar quedó en un estado de introspección varios minutos. El audio genera e intensifica más sentimientos. Confieso que a mi también se me cayeron lágrimas de emoción”.
El pintor argentino dijo que Jorge Mario y María Elena “están vinculados de una manera muy fuerte”. -¿Ellos se hablan por teléfono? -José Ignacio, el hijo de María Elena, llama al tío Jorge al Vaticano semanalmente y así se hace el contacto. Ambos hermanos están unidos por un lazo diferente, muy espiritual. -¿Le explicó al Papa el cuadro de Borges, que tituló “La palabra oculta”? Parece una pintura surrealista, aunque la expresión de Borges está muy bien hecha y es lo más realista. -Es cierto. Se lo expliqué ampliamente porque el objetivo es mostrar el comportamiento de los hombres a través de un verso del la Exhortación Apostólica “Amoris Leticia”, que contiene una cita de un poema de Borges, “Calle desconocida”, que publicó en 1923 en “Fervor de Buenos Aires”. La frase del poema es “toda casa es un candelabro”.
-El cuadro hay que mirarlo de cerca porque está lleno de significados y de personajes...
-En la imagen, desde el centro de pensamiento de Borges se dispara un haz de luz que atraviesa el vitral del cuerpo, el templo de alma, reflejándose sobre el libro de su obra. En el vitral se ve la imagen de su padre, Jorge Guillermo Borges.
En su rostro cerca del cuello, la piel se transforma en roca, desde donde cae el agua proveniente de la estatua con la figura de su mujer María, Kodama, fuente de vida.
-¿Qué hará el Papa con el cuadro de
Borges, una de las personalidades argentinas que más admira?
-Lo tendrá el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, hasta que se decida un destino definitivo. ■