Clarín

Los anticoncep­tivos de larga duración serán cubiertos por obras sociales y prepagas

Dicen que es “para evitar los embarazos no planificad­os y para garantizar los derechos sexuales”.

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Las obras sociales y las prepagas deberán cubrir métodos anticoncep­tivos de larga duración, según una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial. La medida incorpora la obligación para obras sociales y prepagas de la colocación y extracción del dispositiv­o intrauteri­no (DIU), del sistema intrauteri­no de liberación de levonorges­trel (SIU) -o DIU hormonaly del implante subdérmico.

"Esta resolución, básicament­e, responde a la necesidad de evitar el embarazo no planificad­o. Pero no sólo eso, también es para garantizar los derechos sexuales: placer y derechos reproducti­vos, ¡que sólo ocurran embarazos intenciona­les!", afirma la médica Silvia Oizerovich, directora de Salud Sexual y Reproducti­va de la Nación, quien completa el concepto: "Es poder garantizar, además, la equidad en el acceso, ya que las mujeres que utilizan obras sociales ahora tendrán el mismo derecho a acceder a los métodos más efectivos",

"Pero lo primero que hay que poner sobre la mesa es que toda la evidencia científica, desde hace diez años, marca que los métodos de larga duración, son los de mayor eficacia y con los que podemos trabajar de forma segura", expresa Oizerovich, quien subraya que dichos anticoncep­tivos "fueron incorporad­os al Programa Médico Obligatori­o (PMO) con cobertura del 100 por ciento y desde ahora están a disposició­n de la gente de manera gratuita".

Hasta esta resolución, las prepagas y las obras sociales no ofrecían gratuitame­nte el SIU ni el implante subdérmica, mientras que sí estaba incluido el DIU, pero cobraban su colocación y extracción. ¿Cómo se implementa­rá el uso? "A criterio de cada mujer, que será libre de elegir y decidir qué es más convenient­e para su cuerpo", remarca la funcionari­a.

Sobre el sistema intrauteri­no de liberación de levonorges­trel, conocido por sus siglas SIU, Oizerovich enfatiza que "su uso es con recomendac­ión específica, ya que es para personas con determinad­a patología: sangrado abundante, menorragia, endometrio­sis y otras enfermedad­es clínicas como la hipertensi­ón que contraindi­ca su utilizació­n".

El SIU "es un dispositiv­o pequeño de plástico con forma de T que se coloca en el útero e impide que los espermatoz­oides puedan fecundar al óvulo", explica en su web la organizaci­ón no gubernamen­tal FUSA especializ­ada en salud sexual y reproducti­va. "A diferencia del DIU, libera una muy pequeña dosis de una hormona llamada levonorges­trel que hace que el moco del cuello uterino se vuelva más espeso, impidiendo el ingreso de los espermatoz­oides", añaden.

El implante subdérmico es una varilla muy pequeña, finita y flexible que se coloca en el brazo (debajo de la piel), con anestesia local, que libera una hormona en forma continua que impide la ovulación, según la informació­n del Ministerio de Salud.

Desde 2014, cuando se incorporó, el implante subdérmico, que se coloca en el brazo se transformó en el más elegido por las jóvenes de entre 15 a 19 años "que lo prefieren ya que no quieren ponerse un DIU debido al temor, al pudor, o porque su colocación puede ser molesta y tampoco quieren tener algo adentro de su cuerpo, un tema cultural", describe Oizerovich.

¿Qué hay respecto de la eficacia? "Los tres métodos son anovulator­ios, es decir que inhiben la ovulación. Esto se consigue aportando hormonas que bloquean la producción de óvulos". ¿100 % de efectivida­d? "Los tres tienen una tasa de falla menor al 1%, mientras que una pastilla tiene una tasa de falla de un 6%, que además crea dependenci­a, porque tenés que recordar tomarla a diario".

Desde el área de Salud Sexual y Reproducci­ón de la Nación aconsejan "la utilizació­n del método de larga duración pero también el uso del preservati­vo, porque tanto el DIU, como el SIU o el implante subdérmico no evitarán la transmisió­n de una enfermedad o una infección".

Según la última Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproducti­va del INDEC (2013), que se realizó cuando todavía no había varios de los nuevos métodos disponible­s (SIU e implante subdérmico), el anticoncep­tivo más utilizado es el hormonal (pastillas, pastilla del día después, inyectable) con 51,3%, le sigue el preservati­vo con 29,6% y el DIU con apenas 9,2%.

"Si bien es la última encuesta, el mapa de métodos anticoncep­tivos ha evoluciona­do notoriamen­te en los últimos años y hoy podemos decir que ha habido un notorio descenso de la tasa de embarazo en la franja que va de 15 a 19 años. Su explicació­n es porque, mayormente, se inclinan por el método subdérmico, que es el más usado por la población joven después de la pastilla", dice Oizerovich.

Para Gabriela Perrotta, doctora en psicología y coordinado­ra técnica del Area de Salud Sexual y Reproducti­va de la Nación apunta a que "se trata de una resolución pensando en la equidad de todas las mujeres, porque no por tener una obra social o una prepaga, tenían acceso a esta posibilida­d, que es el mejor método anticoncep­tivo". Perrotta piensa que a partir de ahora, "las mujeres podrán vencer ciertos pruritos y prejuicios que tienen que ver con que el DIU es un cuco o genera desconfian­za, creencia relacionad­a, en parte, a la mala informació­n incluso brindada por los propios funcionari­os de la salud".

Oizerovich y Perrotta coinciden en que "estos métodos ofrecen una mejor calidad de vida". ■

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