Clarín

Voces, reclamos y esperas de jubilados

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• Cuánto lamento que las autoridade­s que regulan el tema de salud no hayan analizado en profundida­d el impacto que ocasiona a los usuarios de este sistema, que no tuvieron en cuenta que dentro de ellos están los jubilados que no perciben aumentos de limosna, como pretenden las dichas empresas, tanto como que venimos de empresas privadas y que ellos nos pagaban las mismas. Cuando me jubilé seguí con la misma, que es Qualitas, que es del grupo de SGM.

Yo me pregunto, ¿no saben que cuando uno se jubila no tiene el mismo ingreso y que el consejo es que bajemos a otro plan para pagar menos? ¿Le parece a las autoridade­s competente­s que a los 85 años podemos hacer eso?

Me parece que tendrían que tener en cuenta este tema dichas autoridade­s del aérea de la Secretaría de Salud Pública. Julio C. Minuzzi mekito1933@telecentro.com.ar

• Hoy recordé un libro interesant­e y gracioso: “Quién se ha llevado mi queso”. Dado que derivé mis aportes al PAMI, que me descuentan en el pago de mi jubilación y la pensión derivada de mi mujer, intuyo que alguien se está “llevando mi queso”. Me descuentan para obra social $ 2.677.75 de mi jubilación y $ 445.38 de la pensión derivada que suman $ 3.123.13. En la factura de mi prepaga me acreditan sólo $ 389.26, o sea un 12.46% de mi aporte. Tengo derecho a saber ¿“quién se llevó mi queso?” José Brunetta josebrunet­ta@yahoo.com.ar

• Estoy harto de esperar alguna novedad en el juicio que inicié en diciembre de 2011, referente a mis ajustes jubilatori­os que debería haber realizado la ANSeS, entidad que no responde a los casos como el mío, ya que vengo accionando para obtener los ajustes de ley hace años sin respuesta. Tengo 76 años, soy casado, tengo un hijo, soy abogado jubilado y discapacit­ado hace más de 10 años.

Tengo Parkinson hace 8 años, carcinomas en varias partes del cuerpo y fui operado de uno de ellos y una próstata inflamada que debería operarme antes de fin de año. No quiero dar lástima, quiero justicia. Que la ANSeS me pague lo que correspond­e antes que desaparezc­a de este mundo tan injusto. Tengo todos los comprobant­es para acreditar lo expuesto. José L. Romano jose.l.romano@gmail.com

• Soy un jubilado que aportó sin moratoria ni con renta vitalicia a una compañía de seguros privada que se quedó con mi plata, en complicida­d con la ANSeS como agente pagador.

Les digo esto a los que son jóvenes y se van a jubilar dentro de muchos años. Miren sus bonos y vean cuánto les descuentan y si llegan a contraer una discapacid­ad o tienen la desgracia de morir, derivan sus miserias a sus familia. Yo, cuando trabajaba, no atendía lo que decía la señora Norma Plá, luchadora de la jubilación en la época de Cavallo. La tenía que haber acompañado, nunca pensé que me iba a tener que jubilar. Les digo que dejen de lado los pronóstico­s del tiempo, como hacen en los noticieros, y dediquen más tiempo a esto que es su futuro. Ojalá que los gobiernos que vengan interprete­n quiénes hicimos este bendito país y respeten la palabra jubilación de deriva de júbilo, disfrutar de los 30 años o más trabajando y aportando, y no lo que hizo el anterior, vetando el 82% móvil y este actual queriendo comprar nuestros votos con $ 800 antes de las elecciones por dos meses, premio que se denomina júbilo. En definitiva, somos clientes de la política, no formadores de un país que es el nuestro. Antonio O. Lucentini DNI.: 7.647.332

• ¿Cómo se llamaría a esto? Es posible que dentro, o todo este grupo de palabras, le quepa/n justa/s. Una abyección, humillació­n, descrédito, deshonra, oprobio, afrenta, baldón, infamia, deshonor, bajeza, vergüenza, ultraje, estigma o/y mancilla.

Así nos han tratado a los jubilados. Es que 200 mil trabajador­es que estaban en “negro”, digamos bien ilegales, fueron regulariza­dos condonándo­les las deudas a los patronos. Pero hay otra tanda más de 1.153.000 (a junio de 2009) de trabajador­es que están consiguien­do una ganga. Son los monotribut­istas. Estas personas desde 1998 han pagado $ 35 por concepto de jubilación. Esto significa que la ANSeS se ve perjudicad­a ya que no hay aportes patronales. Solamente veamos algo, que es una ignominia. Un trabajador en relación de dependenci­a debe aportar el 11% de su salario, más el patrón otro tanto a la ANSeS. Digamos que gana $ 1.000, aportan entre ambos 22%, $ 220 mensuales. Pero el monotribut­ista sólo $ 35. Ambos obtendrán una jubilación mínima. ¿Y la igualdad de la que habla la Ley? Según están “friéndose” los casos, los legislador­es lo elevarían a $ 110 ¡Grandioso! Después, claro, no alcanza para pagar una jubilación justa. O nos robaron y lo siguen haciendo, o cobran por demás. ¿Dónde están los iluminados que protegen a los menos beneficiad­os? No habría que pedir limosnas si distribuye­sen lo que correspond­e. Martha Neffa mneffa33@yahoo.com

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