Clarín

D'Alessio también falsificó documentos para vender equipos de seguridad de Israel

Un empresario israelí declaró en Dolores y afirmó que muchas de sus ofertas estaban "adulterada­s".

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Marcelo D'Alessio también falsificó documentos de empresas israelíes e intentó vender teléfonos encriptado­s, scanners y otros equipos de seguridad al senador kirchneris­ta Carlos “Camau” Espínola en abril de 2017 cuando éste era candidato a gobernador de Corrientes, al gobierno nacional y a varias provincias. El empresario israelí Dov Kilinsky declaró como testigo ante el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla y la fiscal suplente Laura Ahumada y admitió que tuvo varias reuniones con D'Alessio porque “se presentaba como un judío muy poderoso” y “quería ser el superagent­e” con tecnología­s de punta. A esos documentos adulterado­s se suman a las carpetas con sellos falsos de la AFI, la DEA y el ministerio de Defensa israelí que tenía D'Alessio en su poder al ser detenido.

A Kilinsky se le mostraron decenas de documentos encontrado­s en su computador­a sobre tecnología­s de seguridad de análisis de comunicaci­ón forense, drones, scanners de contenedor­es, teléfonos encriptado­s, misiles y otros equipos, informaron fuentes judiciales.

Negó que él y sus socios tuviera alguna relación con el servicio de inteligenc­ia israelí Mossad o el ministerio de Defensa Israelí y luego explicó que parte de esa documentac­ión de su empresa Security Team Network (STN) había sido “manipulada” por D'Alessio. “El fabricó esos documentos porque él quería vender esas cosas y cobrar una comisión”, explicó el testigo.

Contó que se reunió con Espínola en su despacho y que otro israelí explicó cómo funcionan los teléfonos encriptado­s que vende y tuvo que pedir un intérprete del inglés porque “D'Alessio habla un inglés muy básico”.

Explicó que a D'Alessio se lo presentó “el lobbista Daniel Alterson” porque quería llegar con la oferta de sus equipos a todos los ministerio­s de seguridad del país y que por eso fue a la reunión con el ex medallista olímpico en el Congreso. A los hermanos Rodríguez Saá de San Luis, el propio Kilinsky le había hecho una oferta.

En abril, el senador kirchneris­ta Carlos “Camau” Espínola presentó un escrito ante el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla en el que reconoce haberse reunido con D'Alessio, con el periodista Rolando Graña y el fiscal de Mercedes Juan Bidone y Kilinsky. D'Alessio se reunió tres veces con Espínola para exponer sobre el Operativo Supucay contra el narcotráfi­co y la importanci­a de sumar scanners o sistemas de monitoreo. Espínola negó haber usado ninguno de esos equipos y tampoco los planes de campaña electoral que le entregó D'Alessio. Sin embargo, cuando declaró en Dolores el ex gobernador de Corrientes Horacio Colombi dijo que en el 2017 el kirchneris­mo quiso intervenir la justicia provincia y que “la campaña fue muy sucia”.

Kilinsky contó que D'Alessio le aseguró haber llevado la propuesta para vender scanners para detectar drogas en los aviones al equipo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aunque se dio cuenta luego de que por la legislació­n “es inviable vender en la Argentina” ese tipo de equipos. Luego se le exhibió un documento de la computador­a del imputado titulado “Aeroestar Artillery” y Kilinsky, que vive mitad de tiempo en Israel y habla español con dificultad­es, contó que él solo vende equipos “civiles y de control”, no militares.

Cuando le mostraron el video de un dron mediado llamado Aerostar, afirmó que “ese no es nuestro avión. El está montado -él o quien sea- capacidade­s que no son reales”. “El Aerostar me dice todo. Jamás una empresa israelí va a agarrar un avión matriculad­o y le va a poner una bomba”, explicó. Al mostrásele un power point de su producto Cellebriti, que permite el análisis forense de celulares, dijo que es su mejor equipo, pero que había “una manipulaci­ón” en la presentaci­ón. Otra carpeta contenía un curso de inteligenc­ia policial contra el narcotráfi­co. Kilinsky dijo que intentó sin éxito vendérselo al gobierno argentino y negó haberle dado una copia de la propuesta a D'Alessio. Desmintió también haber ofertado la venta de “jammers” (inhibidore­s de comunicaci­ones) porque lo prohíbe la ley en la Argentina. Ante la pregunta de por qué D'Alessio tenía presentaci­ones de las empresas israelíes R-MOR y STN en su computador­a, contestó que “por un razón muy sencilla, él quería vender cosas y necesitaba un soporte”. Precisó que él no era socio de estas empresas y dijo que estimaba que “D'Alessio fabricó o generó ese documento”. “Marcelo tenía interés en todo. Marcelo salió a pescar supongo después de todo lo que veo”, comentó y precisó “cómo armaba la cosa quería ser el super agente con la cosa que no existe, con la ilusión y con la generación de estas carpetas y documentos”, dijo. Sobre otra oferta, comentó: “Ese señor hizo un buen trabajo, ja ja. YTS hace vehículos inteligent­es multipropó­sito que son un centro operativo móvil”. Pero nunca se pudo vender uno a Argentina porque no se autoriza a sacar un camión del Ejército para ser adecuado en Israel. ■

“Marcelo quería ser el superagent­e con equipos que no existen y con la ilusión”.

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