Investigan qué hacía en Bolivia el argentino de las FARC que quedó herido
Está en coma inducido por una herida de bala. Sus padres viajaron desde Chubut y fueron retenidos unas horas.
El juez de Paz de la ciudad de Trevelin, Néstor Hugo Molares, y su esposa Silvana Irene Reyes, estuvieron “retenidos” por la policía boliviana ni bien llegaron a ese país por “averiguación de antecedentes”, según confirmó a Clarín Alejandro Panizzi, uno de los miembros del Superior Tribunal de Justicia de Chubut. Son los padres de un supuesto guerrillero disidente de las FARC que quedó gravemente herido durante los enfrentamientos de las últimas semanas en Santa Cruz de la Sierra.
Panizzi se comunicó inmediatamente con la Cancillería argentina y con el ministro de Justicia cuando una llamada telefónica lo alertó respecto de la situación del juez de Paz.
La confirmación de la situación que vivió Molares fue ratificada a Panizzi por el ministro de Justicia argentino, Javier Garavano. El juez Molares había viajado a Bolivia junto a su esposa para conocer la situación y el estado de salud de su hijo Facundo Molares Schoenfeld, quien había sido herido de bala durante una protesta en el marco de la crisis política en el país andino.
Facundo, de 44 años, es miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) donde se lo conoce como “Camilo”. Fue herido de bala durante las protestas en Bolivia y se encuentra en estado de coma. La información que recogió Clarín es que tanto el juez como su esposa fueron liberados en la noche del jueves.
Según informaron los medios bolivianos, Molares Schoenfeld se enfrentó con quienes apoyaban el paro en la localidad de Montero, en el departamento de Santa Cruz, convocado por el Comité Cívico, y fue internado en la Clínica Foianini con una herida de bala.
“Se establece que se trataría de un argentino perteneciente a las FARC, quien estaría en calidad de instructor en el área”, informó Miguel Ángel
Mercado, comandante departamental de la policía de Santa Cruz. Al enterarse de la noticia, sus padres viajaron inmediatamente a Bolivia.
Los pocos vecinos que brindaron algún dato, que reprodujo ayer el diario Jornada, contaron que Molares (quien nació en Buenos Aires) cursó la educación secundaria en la Escuela Politécnica Nº 701 de Esquel, a mediados de los años 90, y en ese entonces ya habría manifestado en charlas de grupo, su ideología vinculada con la guerrilla, con deseos de incorporarse a algún grupo organizado.
Los amigos del joven siguieron estudiando en distintas ciudades. Algunos en Trelew, donde recuerdan que viajaba para visitarlos. Pero con el tiempo desapareció de la zona y habría estado en Buenos Aires, donde se vinculó con líderes de las FARC que lo reclutaron y lo llevaron a Colombia para someterlo a la instrucción paramilitar.
Cuando en 2016 el gobierno de Colombia, encabezado por Juan Manuel Santos, firmó el acuerdo de paz con las FARC, Schoenfeld habría pasado a la clandestinidad, para seguir alentando la guerrilla de resistencia, hasta convertirse en instructor.
Según el comandante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Santa Cruz (FELCC), Óscar Gutiérrez, en el teléfono celular del supuesto guerrillero se encontraron conversaciones con su padre, en las que le contaba las acciones que realizaba para defender al gobierno de Evo Morales. “La presencia de esta persona con entrenamiento militar no es casual. Esta persona ha venido contratada y eso es lo que nosotros vamos a investigar”, enfatizó Gutiérrez. Y agregó que se realizarán indagaciones junto a la Dirección de Migración para establecer cómo ingresó a Bolivia y con quiénes. ■