Clarín

La Iglesia habla de “sorpresa” y ve un mensaje al electorado kirchneris­ta

- Sergio Rubin srubin@clarin.com

En la Iglesia ayer nadie entendía por qué Alberto Fernández decidió salir a jugar a fondo a favor de la pronta legalizaci­ón del aborto. Sólo les parecía que lo que mejor lo explicaba era su presunto deseo de contentar a quienes la vienen reclamando y que, en su mayoría, lo votaron.

Y, de alguna manera, “compensar” la imposibili­dad de ofrecer una mejora más o menos rápida a la situación económica. No faltaban quienes incluso lo considerab­an una “cortina de humo” ante las amargas medidas económicas que creen que inexorable­mente deberá tomar.

Porque -dicen- su anuncio del fin de semana al diario Página 12 de que una de sus primeras medidas será enviar al Congreso un proyecto para legalizar la interrupci­ón voluntaria del embarazo revitaliza un debate nacional que divide aguas como pocos. Y lo anuncia en momentos en que logró la colaboraci­ón de la Iglesia a través de Cáritas para su campaña contra el hambre; la asistencia de la Pastoral Social en el diálogo con los movimiento­s sociales para consolidar la paz social y el respaldo de los obispos a un diálogo multisecto­rial.

De hecho, la reacción del arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández -el prelado argentino más cercano al Papa- fue inmediata.

“Si pudiera hablar con Alberto Fernández le preguntarí­a si vale la pena comenzar su mandato con un tema que divide tanto a los argentinos y ha provocado tanta tensión”, dijo. Le achacó, además, haber dicho en la campaña que quería avanzar despacio y con prudencia en el tema.

La cuestión también sorprende a muchos en el Episcopado porque la legalizaci­ón del aborto es una cuestión perfectame­nte instalada en el Congreso desde que Mauricio Macri habilitó a sus legislador­es a debatirla.

Si bien en el Senado el proyecto se rechazó, solo es cuestión de que se alcancen los votos. En ese sentido, sus partidario­s están muy atentos y dispuestos a insistir en cada período de sesiones. De hecho, procurarán que se sancione el año que viene. Por eso, los obispos no entienden la súbita actitud de Alberto Fernández.

En realidad, la preocupaci­ón de Fernández por el tema no es novedosa para los obispos. Cuando, tras su ventaja en las PASO, Alberto F. visitó a la cúpula del Episcopado que encabeza el obispo Oscar Ojea, secundado por el cardenal Mario Poli, puso sobre la mesa la cuestión del aborto.

Y dijo que no se podía ignorarlo porque es “la primera causa de muerte materna”. Su afirmación suscitó una airada reacción de los obispos que le dijeron que esa dato, de ninguna manera, era veraz. El tema se llevó el resto de la charla.

De todas formas, en la cúpula de la Iglesia abrían un espacio de duda sobre el anuncio de Fernández. “Habrá que ver –decían- lo que efectivame­nte hará a partir de su asunción”. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina