Tensión por la AGN: la UCR reclama el cargo y Macri insiste con poner a Pichetto
Alfredo Cornejo asegura que por el número de legisladores radicales la presidencia de la Auditoría les corresponde. Pero el Presidente se inclina por su compañero de fórmula.
“Cristina esa vez nos dio una mano”. Uno de los operadores de Cambiemos recuerda cómo fue el operativo para dividir, ni bien llegó al poder, al por entonces mayoritario bloque del Frente para la Victoria. Y menciona dos decisiones que tomó la ex Presidenta antes de dejar el poder que fueron clave en esa tarea: la imposición de Héctor Recalde como jefe de la bancada y de Ricardo Echegaray, por sobre el jujeño Eduardo Fellner; como titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), dos medidas que irritaron a los gobernadores y que precipitaron la fuga de 17 diputados.
El repaso bien vale para tratar de comprender el escenario actual ante el que se enfrenta Mauricio Macri en esta transición, en la que intenta sostener con gestos de autoridad y erigirse como líder de la oposición y, al mismo tiempo, contener a los sectores desencantados de Cambiemos.
Macri ya logró imponer su voluntad respecto a la Jefatura del bloque PRO. Con aquella foto junto al ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo dejó en claro que es su elegido para liderar la bancada en la que pretenderá reflejar sus definiciones políticas ante las propuestas que haga el presidente Alberto Fernández.
Aunque no faltaron reproches internos, no por el elegido sino por no haber hecho una ronda de consultas entre los legisladores que deben votarlo, por el momento Macri logró controlar bien la tensión: hasta las voces más díscolas hoy admiten que al menos en una primera etapa se mantendrá la unidad. Pero es un antecedente de la discusión de poder que se avecina en el pos macrismo.
La elección del titular de la AGN, que según el artículo 85 de la Constitución es “designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso”, promete ser otro punto de conflicto en el corto plazo.
Es que la Casa Rosada dejó saber entre los legisladores que la idea del Presidente es que el puesto que hoy ocupa el peronista Oscar Lamberto sea para su compañero de fórmula, Miguel Angel Pichetto; mientras que el presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, sostiene que el cargo debe ser para el radicalismo, que en la suma tiene más legisladores que el PRO entre el Senado y Diputados.
“La auditoría le corresponde al radicalismo, no al PRO. Macri está proponiendo gente donde no le corresponde designar”, cuestionan cerca del gobernador de Mendoza a sabiendas de las versiones que surgen desde el Gobierno. Y, para despejar cualquier especulación, afirman que todavía no tienen un candidato, más allá de que suena con fuerza el nombre de Jesús Rodríguez, actual auditor.
“Vamos a dar esa batalla”, retrucan desde el PRO. Los números parecen avalar al radicalismo: a partir del 10 de diciembre, la UCR tendrá 63 legisladores (47 diputados y 16 senadores) y el PRO, 59 (51 diputados y ocho senadores). Pero cerca de Macri cuentan a los seis legisladores que van por acuerdos con partidos provinciales.
El tema, si embargo, excede al PRO, donde también hay fisuras: la figura de Pichetto, amigo del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, rival de Cornejo en la interna radical; cuenta con el aval de dirigentes del radicalismo, en especial en el Senado. “¿Qué pasa si legisladores radicales quieren a Pichetto?”, se preguntan desde el macrismo en el Congreso.
Consultado por Clarín, Gerardo Morales dijo: “No estoy de acuerdo (con el planteo). Si queremos mantener Juntos por el Cambio, algo tenemos que ceder. No podemos ser mezquinos y quedarnos con todo en la Auditoria, no se puede construir así. Ya tenemos dos auditores radicales. No será fácil mantener Juntos por el cambio con 119 diputados y casi 30 Senadores, tenemos que garantizar la participación de todos”, sostuvo.
Y añadió: “Apoyo a Pichetto, merece ese lugar por su aporte en la elección y con el proyecto, más allá de que será una decisión partidaria”.
Antes de la elección, Pichetto había negado la versión que lo ubicaba en la AGN con el argumento de que había sido lanzada para “menoscabar la posibilidad del triunfo” de Macri. “Ahora es otra historia”, replica un funcionario PRO que dialoga a casi a diario con el senador saliente. Más allá de cuál sea el final de la contienda, se sabe que dejará heridos. ■