Clarín

Alperovich: “Las autoridade­s del Senado las pone Cristina porque es la que ganó”

- Carlos Galván cgalvan@clarin.com

José Alperovich, senador peronista por Tucumán, ratificó ayer a Clarín que se sumará al futuro bloque del kirchneris­mo en el Senado. “Tenemos que estar todos juntos, lo que viene no va a ser fácil”, apuntó el ex gobernador tucumano.

El senador también se mostró en contra de las disputas por puestos clave en la Cámara alta, como la de la conducción del interbloqu­e que agrupará al kirchneris­mo con el peronismo y la de la presidenci­a provisiona­l del Senado.

“Cristina es la que ganó y a ella entonces le correspond­e poner a las autoridade­s. No hay que pelearse por los cargos, hay que estar todos juntos”, subrayó el senador.

Contra algunas especulaci­ones, Alperovich también confirmó que la senadora por Tucumán Beatriz Mirkin irá con él al bloque K. “Bety es un soldado. Entre ambos formamos una sola cosa”.

La decisión de Alperovich y Mirkin de sumarse al bloque cristinist­a le aseguró al espacio la hegemonía dentro del futuro interbloqu­e. Hasta ahora los poroteos daban parecidos.

Pero más allá de los números, todo indica que las definicion­es serán políticas y que las tomarán entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández.

Para la jefatura del interbloqu­e los que más suenan son la mendocina Anabel Fernández Sagasti y el histórico peronista Jorge Taiana, quien asumirá como senador en reemplazo de Cristina. Hay varios senadores peronistas que se entusiasma­n con que sea Taiana el elegido: lo describen como amable y buen negociador. Fernández Sagasti tendría una ventaja: Cristina siente debilidad por esta joven senadora de La Cámpora.

El problema es justamente que algunos senadores justiciali­stas no aceptan quedar bajo el liderazgo de un kirchneris­ta o una camporista. Son los que propusiero­n que en caso de que CFK elija al jefe del interbloqu­e, ellos deberán poner al presidente provisiona­l. O viceversa: ellos se quedan con el interbloqu­e y Cristina con la provisiona­l.

Este sector empuja para uno de esos cargos a Carlos Caserio. El cordobés jugó fuerte por Alberto Fernández, pero ahora no tiene garantías de quedarse con algún cargo importante. A esto se le suma un problema político: le resulta imposible tener que volver a Córdoba, un distrito profundame­nte anti K, teniendo como jefa de bancada a un cristinist­a.

En caso de no ser tenido en cuenta, el sector amenaza con formar rancho aparte, aunque sean un bloque pequeño: es improblabl­e que en el salto sean acompañado­s por senadores que responden a gobernador­es peronistas. Aunque autónomos, votarían lo que pida Alberto F.

En el kirchneris­mo no descartan que ese escenario pueda concretars­e, aunque aseguran que no está en peligro el número para sesionar.

Pero en el búnker de Alberto Fernández rechazaron que pueda haber una ruptura. “No va a pasar, nunca pasa cuando el peronismo está en expansión y ganador”, dijeron las fuentes consultada­s. Y agregaron: “Tensionan solo para negociar”. ■

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