La Iglesia católica llamó a un diálogo para pacificar el país
La Iglesia católica de Bolivia llamó ayer al gobierno interino, a todos los partidos políticos y a la sociedad civil a un “diálogo” para poner fin a una crisis en la que está inmerso el país y que se tornó más violenta tras la renuncia de Evo Morales, presionado por la oposición y las fuerzas armadas.
Los obispos bolivianos, en coordinación con la Unión Europea y Naciones Unidas, llamaron a un diálogo urgente para “pacificar el país, y consensuar las condiciones de unas nuevas elecciones generales y los vocales para un nuevo Tribunal Supremo Electoral”, mientras las protestas contra el gobierno interino no cesaban .
“El diálogo es el camino apropiado para superar las diferencias entre bolivianos”, dijo el secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, Aurelio Pesoa, en conferencia de prensa. “Celebrar elecciones transparentes es el mejor camino para superar las diferencias”, agregó.
Al mismo tiempo, Pesoa llamó a los medios de comunicación y “líderes de opinión” a “bajar el tono de las declaraciones públicas para facilitar el diálogo y el entendimiento entre todos”.
Los obispos propiciaron acercamientos desde la semana pasada entre el gobierno interino de Jeanine Áñez y sectores afines a Morales, quien renunció el domingo 10 de noviembre y se asiló en México luego de que recrudecieran las protestas que denunciaban un fraude electoral en los comicios presidenciales del pasado 20 de octubre.
También Jean Arnault, enviado del secretario general de la ONU, y un delegado de la Unión Europea se han reunido en los últimos días con el gobierno de derecha de Áñez y organizaciones sociales, en un intento por restaurar la paz.
En tanto, dirigentes indígenas de la ciudad de El Alto, afines a Morales, llamaron en tanto a cercar desde ayer la ciudad vecina de La Paz, para forzar “la renuncia inmediata” de Áñez. ■
“Celebrar elecciones transparentes es el mejor camino”, dijo la Conferencia Episcopal