Frenos automáticos, sensores y realidad virtual, en el futuro del subte
Especialista argentino. Carlos Forlenza trabaja para la empresa alemana que, junto con Metrovías, compite por quedarse con la concesión de la red de transporte porteña.
El desarrollo digital avanza en el transporte mundial. Las nuevas tecnologías pueden servir para ahorrar tiempos de viaje, mejorar el mantenimiento de vagones e instalaciones, y bajar los costos operativos. En este sentido, el subte porteño está en proceso de una nueva concesión en la que se plantean mejoras de este estilo. Una de las empresas que compite es la Deutsche Bahn, la principal operadora ferroviaria de Alemania, que se presentó para ser la asesora técnica de Metrovías, la actual concesionaria de la red. Carlos Forlenza es el director del Departamento de Transformación Digital de la firma europea. Es argentino y tiene 56 años. Hace tres décadas se fue del país y días atrás estuvo de visita en Buenos Aires, donde charló con Clarín sobre el futuro del subte.
-¿Cómo está hoy el subte de Buenos Aires, en cuanto a desarrollo tecnológico?
Como muchos subtes en muchas partes del mundo, que se dieron cuenta de que el futuro es avanzar en el camino de la digitalización. Más aún, ir hacia una transformación en toda la cultura y la organización del subte. -¿Qué características tendría esa transformación?
La fundamental es la experiencia total del usuario. Todo lo que hagas para que el viaje sea lo más confortable y lo más puntual posible. Y hacia adentro de la empresa, para que el trabajador tenga los elementos para desarrollarse como profesional y como persona. -¿Cuál sería el primer paso en ese camino?
El desafío es dejar el conocimiento acá, no simplemente traer tecnología de afuera y aplicarla, aunque sea fácil. Para ello, la propuesta que elaboramos con Metrovías es desarrollar un centro de competencia digital, el cual tendrá como responsabilidad la implementación del plan y los futuros desarrollos para avanzar en la digitalización del subte.
-¿Qué significa eso en la práctica? Uno de los productos que queremos implementar rápidamente es el que se llama AIM (Auditive Intelligence Maintenance, que se traduce como Mantenimiento Auditivo Inteligente). Se trata de una plataforma que trabaja con sensores auditivos instalados en las escaleras mecánicas y los ascensores. Mediante el sonido que hacen, permite saber si las piezas van a tener algún problema en el corto plazo. Así, el programa emite una alarma, y entonces se puede reparar el equipo antes de que se rompa.
-¿Con cuánta anticipación lo marca el sistema?
Dependiendo del sonido, puede detectar problemas con una o dos semanas de anticipación, por ejemplo. En cuatro o cinco meses se podría implementar. Ahorrás un 25% los costos de reparación y prolongás 20% la vida útil de la escalera o el ascensor.
-¿Qué otro desarrollo podrían aplicar en el corto plazo?
El mantenimiento predictivo en general. Tenemos una plataforma propia que trabaja con sensores que monitorean la unidad rodante y la infraestructura. Pueden marcar el estado de las ruedas, los frenos, el aire acondicionado, las vías, etc.
-¿Cómo impacta en el servicio?
Al ser predictivo, prolonga la vida útil, y no hace falta tener un coche tanto tiempo parado en el taller, por ejemplo. Otro desarrollo es es “Visual AI”. Son cámaras que detectan si quedó alguna puerta trabada, o si algún pasajero se cayó a las vías, y entonces los frenos de la formación se activan automáticamente.
-Podría haber sido útil en el caso de la persona que se cayó a las vías semanas atrás cuando un hombre se desmayó y la empujó sin querer...
Claro, es un buen ejemplo.
-¿Qué desarrollos existen, por ejemplo, en relación con el personal que trabaja en el subte?
Podríamos usar realidad aumentada o realidad virtual para la formación y capacitación de los trabajadores, con simuladores. No hace falta parar una formación para que hagan prácticas. -¿Se puede entrenar al personal con un casco de realidad virtual?
Sí, a varias personas a la vez y en distintos estadíos.
-¿Cuánto demorarían en poner en marcha estos desarrollos?
Estas aplicaciones que mencioné podrían estar funcionando en medio año, aproximadamente.
-¿En qué notaría el pasajero el beneficio?
Mejor frecuencia, mejor información y seguridad, mejor movilidad con las escaleras mecánicas y ascensores. El impacto positivo será ese, en la experiencia del viaje.
-Muchas veces aquí se cree que los desarrollos tecnológicos sólo son posibles en el Primer Mundo, ¿qué tan lejos estamos?
No es así, y no lo entiendo. Si vas a Harvard, Stanford o cualquiera de las grandes casas de estudios, siempre encontrás algún argentino dirigiendo un proyecto o un laboratorio de desarrollos tecnológicos. Acá tenemos talento de exportación, no es casual que tengamos una importantísima industria de software, por ejemplo. Lo que tenemos que darle son recursos. Con la experiencia suficiente y la voluntad se puede hacer mucho. -¿La infraestructura actual, con túneles, estaciones y formaciones de varias décadas, puede limitar el desarrollo digital?
Para nada. El único límite lo tenemos en nuestros cerebros. ■