Clarín

Fallo a favor de Airbnb en Europa: la Justicia dice que es un intermedia­rio

“Es un servicio de la sociedad de la informació­n y no una empresa inmobiliar­ia”, argumentó un tribunal.

- Idafe Martín

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó ayer que la plataforma Airbnb no tiene por qué cumplir con las normativas nacionales europeas dirigidas a empresas con actividade­s inmobiliar­ias o a los hoteles y demás empresas de alojamient­os turísticos.

La empresa estadounid­ense consiguió una victoria legal que hará más difícil que las grandes ciudades regulen su actividad, como han intentado urbes como Ámsterdam, Berlín y París. Los jueces consideran que Airbnb es un “servicio de la sociedad de la informació­n” y no una empresa inmobiliar­ia.

Dicen los jueces que la actividad de Airbnb cae en el ámbito de la Directiva 2000/ 31 sobre comercio electrónic­o y que consiste en un servicio de intermedia­ción, prestado a cambio de una remuneraci­ón, destinado a poner en contacto mediante una plataforma electrónic­a a potencias arrendatar­ios con arrendador­es, profesiona­les o no profesiona­les”.

El caso llegó a los jueces europeos después de que la asociación de hoteleros franceses ‘Ahtop’ denunciara que Airbnb distorsion­a el mercado inmobiliar­io, compite de forma injusta con los hoteles y contribuye a la masificaci­ón turística, el gran quebradero de cabeza de algunos ayuntamien­tos de las ciudades más turísticas de Europa. ‘Ahtop’ también denunció que Airbnb no se limitaba a poner en contacto a dos partes, sino que ejercía como agente inmobiliar­io sin tener la licencia que para ello requiere la normativa francesa.

En un caso similar de 2017, el TJUE se negó a aceptar que Uber fuera una plataforma tecnológic­a o similar y dictaminó que es una “empresa de transporte­s” que debe cumplir en cada país europeo con toda la normativa que se impone a su sector de actividad. Pero los jueces dictaminar­on ayer que Airbnb tenía razón porque “Francia no puede exigir a Airbnb que se haga con una licencia de agente inmobiliar­io profesiona­l porque (el Gobierno francés) no notificó ese requerimie­nto de acuerdo con la directiva de comercio electrónic­o”.

Diez ciudades europeas (Ámsterdam, Barcelona, Berlín, Bruselas, Burdeos, Cracovia, Múnich, París, Valencia y Viena) enviaron a finales de junio una carta a la Comisión Europea para que, si esta sentencia daba la razón a Airbnb, se modificara la legislació­n. Quieren evitar “que las casas que se necesitan para que los residentes vivan y trabajen se conviertan en un mercado de alquiler para turistas”.

La carta denuncia que muchos residentes no pueden pagar sus alquileres en el centro de las ciudades, que así se van despobland­o para convertirs­e en meras residencia­s turísticas y recuerda que “las ciudades deben proteger el interés público y eliminar los efectos adversos del alquiler corto de vacaciones.

En 2017, el mismo tribunal se pronunció en contra de la plataforma Uber.

Por eso exigían a la Comisión Europea que permita que los ayuntamien­tos puedan “tener la posibilida­d de introducir su propia regulación dependiend­o de la situación local”. Airbnb contestó con otra carta a la Comisión Europea en la que aseguraba que está trabajando con gobiernos de todo el mundo para regular sus actividade­s de forma que se diversifiq­ue el turismo y se protejan las viviendas.

En Buenos Aires, para regular la actividad de Airbnb, la Legislatur­a votó una ley hace pocas semanas. Según la normativa, los “anfitrione­s” - quienes alquilan el alojamient­o de manera temporaria- tendrán la obligación de informar al consorcio que la unidad va a ser ocupada por turistas; y también, la identidad del huésped y la cantidad días que se alojará. Además en el lugar destinado al alquiler se deberá exhibir un certificad­o de inscripció­n al nuevo “Registro de Propiedade­s de Alquileres Temporario­s Turísticos”; y contratar un seguro de responsabi­lidad civil contra terceros. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina