Zaffaroni Evo ya tiene abogado
Será uno de los defensores del ex presidente de Bolivia, con causas en su país y en La Haya.
El ex presidente boliviano Evo Morales lanzó una nueva estrategia legal para hacer frente a las causas judiciales que se vienen sumando ante la Fiscalía de Bolivia y lo hizo de la mano de sus nuevos asesores legales, el ex juez de la Corte Suprema argentina Eugenio Zaffaroni y el constitucionalista Gustavo Ferreyra. Además de estos dos abogados, también integra la defensa de Morales el ex juez español Baltazar Garzón.
En la presentación, los profesionales insistieron en que Evo aún es presidente de Bolivia ya que el Parlamento no le aceptó formalmente la renuncia. Por tanto, afirman, cuando culmine su mandato, el 23 de enero, debe hacerse cargo del Poder Ejecutivo el titular del Tribunal Supremo boliviano, tal como dispone la cadena de sucesión. Es más, resaltan que recién allí se puede convocar a elecciones.
Esta línea política es la que ya venía expresando Morales, algo que resulta contradictorio con todo el proceso que encabeza para elegir la nueva fórmula que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), presentará en las elecciones programada por el gobierno interino de Jeanine Añez para junio próximo.
Zaffaroni es un constitucionalista muy cercano al kirchnerismo. De hecho, fue asesor legal de la vicepresidenta Cristina Kirchner y de Amado Boudou. Actualmente es juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Por ese motivo el propio Zaffaroni aclaró que, si las denuncias contra Evo llegaran a ese cuerpo, se verá obligado a excusarse por incompatibilidad con su cargo.
Pese al avance de las causas por supuestos delitos de terrorismo y sedición que los fiscales llevan adelante en Bolivia, y los pedidos de detención en su contra, los abogados aclararon que no ingresó a la Argentina ningún pedido de extradición de Morales. Tampoco está vigente ninguna orden de detención en Interpol.
Dos fiscales bolivianos emitieron días atrás un pedido de aprehensión para llevar a Morales a declarar por la fuerza en la causas por presunta sedición que se le abrió a partir de un audio en el que una voz llama a resistir al gobierno interino con violencia en las calles y que los denunciantes afirman sería del ex presidente. Ese pedido, aseguró Zaffaroni, no traspasó las fronteras de Bolivia. “Es un pedido planteado por dos fiscales, ni siquiera por la Justicia”, dijo.
“El delito de sedición es objetivamente político y por delito político no se puede pedir la extradición de nadie, según dice el tratado de extradición que firmamos con Bolivia el año 2013. Y según las normas internacionales en materia de extradición: por delitos políticos no se extradita”, subrayó Zaffaroni.
La defensa argentina sostuvo que Morales continúa como “presidente constitucional” de Bolivia porque “la Asamblea Legislativa Plurinacional no ha aceptado ni rechazado aún su renuncia”. Pero en La Paz aseguran, en cambio, que hubo vacío de poder.
Evo Morales renunció al cargo de presidente el 10 de noviembre, tras publicarse un informe de la Organización de Estados Americanos que advertía de “graves irregularidades” en los comicios del 20 de octubre en los que fue declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo. Lo hizo bajo la presión de revueltas populares y de las Fuerzas Armadas, que decidieron autoacuartelarse.
Primero se trasladó a la zona cocalera del Chapare, su bastión en Cochabamba, y luego viajó a México, donde permaneció asilado un mes. Tras un breve paso por Cuba, se refugió en la Argentina.
Después de una semana de vacío de poder, ya que también habían renunciado los titulares del Senado y de Diputados, así como varios ministros, el Congreso promovió a Jeanine Añez de vicepresidenta de la Cámara alta a presidenta, para poder quedar en la línea de sucesión, y luego a la jefatura interina del Estado. Este mes el Congreso tratará la renuncia de Evo, según lo acordado.
“Ignoramos hasta el momento si realmente la autoridad de facto en Bolivia domina totalmente el aparato de la administración y el aparato del territorio. Nos atrevemos a decir que es un Estado de pura fuerza, aún en la hipótesis de que queda flotando la duda de si ejercen el dominio en todo el territorio”, señaló Ferreyra.
“¿Cómo se sale de una situación en que no existe ni Poder Ejecutivo ni Poder Legislativo? Quedan los tribunales y por ende lo correcto sería lo que ya pasó alguna vez en la historia de Bolivia: que asuma la presidencia provisional el presidente del Tribunal Supremo y que de esa manera convoque a elecciones y se normalice esta situación”, propuso Zaffaroni, sentado junto a Morales y Ferreyra.
Durante la presentación de ayer, Evo reiteró que se trató de un Golpe de Estado y denunció “una persecución exagerada” por parte del gobierno interino. “Quiero decirles que los procesos de terrorismo y sedición ya los enfrenté tantas veces... Las acusaciones siempre vendrán, pero en este momento hay que decir ‘fuera al golpismo’. El que protesta contra el gobierno de facto es sedicioso, pero siempre estaremos con la verdad y con la justicia”, dijo el exmandatario boliviano, quien se encuentra desde mediados de diciembre radicado en Buenos Aires en condición de refugiado político.
Durante la presentación quedó claro que la idea del equipo es apostar por la presión internacional sobre el gobierno interino para frenar las causas contra Morales. “La cuestión es ver si la presión de la comunidad internacional llama a la cordura en Bolivia, no sé si a través de órganos sino más bien a través de una gestión diplomática, para poner un mínimo de racionalidad para resolver esto”, sugirió Zaffaroni. ■