El documental sobre Nisman y los testimonios clave de Stiuso, la fiscal y Timerman
Opiniones de otros entrevistados. El ex SIDE habla de un crimen y el ex canciller admite desventajas del pacto con Irán.
La serie que estrenó Netflix que indaga sobre la muerte de Alberto Nisman tiene más de 60 entrevistados que aportan sus miradas y testimonios.
En "El fiscal, la presidenta y el espía", dirigida por el periodista inglés Justin Webster, el presidente Alberto Fernández asegura: "Hasta el día de hoy, dudo que se haya suicidado". El testimonio se grabó en 2017 cuando no estaba en sus planes ser presidente. De hecho, tras conocerse su testimonio, Fernández cambió su postura y hasta criticó la pericia de Gendarmería que avala la hipótesis del homicidio. "Las pruebas no dan lugar a pensar que Nisman fue asesinado", le dijo a Clarín y agregó: "La pericia de Gendarmería parece carecer de todo rigor científico".
Pero el testimonio del Presidente no es el único que aparece. También habla el ex espía Antonio Stiuso; la primera fiscal del caso y hoy jubilada Viviana Fein; el ex canciller Héctor Timerman; el ex secretario de Seguridad (y actual ministro bonaerense) Sergio Berni y hasta el el ex jefe de la CIA en Buenos Aires, Ross Newland, entre otros testimonios. Stiuso, que durante años intentó ocultarse y mantenía un fuerte celo con su imagen, es uno de los protagonistas que más aparece hablando en el documental.
Quizá el momento más fuerte es cuando dice que cree que querían matarlo y apunta a Cristina Kirchner. "Sí (creo que Cristina quería matarme). Fueron varias acciones que se sucedieron. Había un grupo de inteligencia ilegal", cuentaen alusión a las versiones según las cuales el ex jefe del Ejército general César Milani .
Stiuso también cuenta que tras la muerte se empezó a preocupar por la seguridad de su familia: "Para esa época yo ya tenía programado cómo iba a salir mi familia del país". Y habla de su relación con Nisman.
"Nuestra vida juntos no fue una vida normal. Siempre estábamos en la mira de alguien que tenía interés es jorobarnos", asegura en referencias a las amenazas que había recibido el fiscal unos meses antes de su muerte.
Además, el ex espía da su versión de por qué no le atendió el teléfono a Nisman luego de que presentara la denuncia el sábado 17 de enero de 2015, a pesar de que eran cercanos. “Primero no le contesté porque estaba en vibrador. A parte de eso si hubiera escuchado no iba a hablar con él. Prendías el televisor y no era Nisman, era Stiuso y su títere Nisman. Lo iba a terminar de hundir si lo atendía”. Y cuenta Stiuso: "Lo iba a llamar el otro día, después del Congreso" donde iba a ampliar su denuncia contra Cristina.
Fein, la primera fiscal del caso y hoy jubilada, también aporta su testimonio. Durante la instrucción fue duramente crítica sobre todo por la falta de cuidados cuando ingresó al departamento de Nisman en Puerto Madero pocas horas despues de que lo encontraran muerto. Se defiende: "Nadie dijo que se había filmado previo al ingreso. Todos dijeron que la fiscal chancleteó la sangre", dice. Pero los cierto es que en las imágenes que se conocieron filmadas por los peritos dentro del departamento de Nisman la noche de su muerte queda en evidencia que los protocolos para mantener las pruebas sin alteraciones no fueron del todo estrictos. "No es fácil trabajar con todas las miradas puestas", admite a modo de autocrítica por su desempeño. Ella llevó primero la causa que investiga la muerte de Nisman, luego fue pasada al fuero federal y hoy la investigan el juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano. En su testimonio, Fein parece respaldar la teoría del suicidio. "Estoy convencida de que, hasta que yo tuve la causa, no hubo indicios de homicidio", asegura y carga sobre Stiuso: "Estaba convencido de que a Nisman lo mataron. Yo no vi ningún elemento de prueba que aportar". El ex jefe de la AFI y hoy senador Oscar Parrilli también habla en el documental y respalda la teoría del suicidio: "Creo que se suicidó en su desesperación. Desde el punto de vista político, los perjudicados fuimos nosotros, el gobierno".
También aparece Diego Lagomarsino, el perito informático que trabajaba junto al fiscal y que le entregó el arma que lo mató. Vuelve a sostener que no tuvo nada que ver en la muerte del fiscal y que solo le llevó el arma por un pedido de Nisman. "Estoy vivo para poder contar la historia y que se sepa la verdad. A más de uno le gustaría que yo esté muerto", dice. El ex canciller Héctor Timerman, que fue el encargado de negociar el Memorándum con Irán que terminó con la denuncia de Nisman, también habla. "Nunca medimos las desventajas, que fueron mucho más grandes que las ventajas", admite el ex canciller -fallecido en diciembre de 2018- sobre el pacto. ■