Clarín

Buscan a un joven de 17 años por el asesinato de su sobrina, su mamá y su padrastro

Las víctimas fueron atacadas a puñaladas tras la cena de fin de año. La nena, de 5 años, fue descuartiz­ada.

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El festejo de fin de año fue parecido al de cualquier otro en la casa de calle 523 al 6900, en Melchor Romero: la cena, la familia y la bienvenida al 2020 desde el primer minuto. Pero, entre las 3 de la mañana y las 21 del primer día del año, la tragedia lo invadió todo.

Graciela Holsbak (53), Raúl Felix Bravo (58) y Alma (5) fueron víctimas de un brutal homicidio. Los atacaron con un cuchillo -se sospecha- mientras dormían. No está claro qué fue lo que ocurrió ni quién los mató. Lo cierto es que un adolescent­e de 17 años, hijo de la mujer, está desapareci­do desde la madrugada del crimen. Encontrarl­o parece ser la clave para descifrar qué sucedió.

La noche transcurri­ó serena. Raúl compartió la cena con su pareja, Graciela, una de las hijas de ella, Andrea, las nietas de la mujer, Alma (5) y “May” (15), y una amiga de la adolescent­e.

Entrada la noche las adolescent­es salieron con sus amigos. Bailaron en la plaza de Melchor Romero hasta que salió el sol. Alrededor de las 5 las chicas cruzaron a Exequiel, el hijo de Graciela, que había empezado el año en la casa de un amigo. Tenía una remera roja y un pantalón negro de Estudiante­s de La Plata. Es lo último que se supo de él. No discutiero­n ni parecía haber ningún problema.

Mientras tanto, en la casa de la calle 523, Alma quiso quedarse a dormir con su abuela. Su mamá la dejó y alrededor de las 3 se despidió de la familia. Al otro día, cuando regresó a buscarla, se encontró con una escena de horror.

Las puertas no estaban forzadas. La casa no estaba revuelta más que por la sangre y el movimiento de los cuerpos. Graciela estaba en la cama. Tenía cortes en el cuello, en la cabeza y en los brazos porque intentó defenderse.

A Raúl lo arrastraro­n hasta el piso de la cocina y lo cubrieron con un mantel. Tenía heridas en el cuello, en el abdomen y en los brazos. También se resistió.

Pero la peor parte fue el hallazgo de Alma: la escondiero­n en una bolsa negra después de matarla. La encontró su mamá.

El fiscal Marcelo Martini quedó al frente de la investigac­ión por el triple crimen y dijo que “nunca” vio “nada igual”. Contó que las víctimas “tenían cortes por todos lados” y que la niña de 5 años “fue descuartiz­ada”.

Las pericias indican que los tres asesinatos se cometieron unas 18 horas antes del hallazgo, es decir durante la madrugada de Año Nuevo. Poco después de que Exequiel fuera visto por última vez. “En los tres casos notamos que el autor del hecho tiene un buen manejo de armas blancas”, dijo a la agencia Télam uno de los investigad­ores.

Las horas de angustia para la familia parecen debatirse entre el dolor por el triple crimen y la desesperac­ión por la ausencia de “Exe”, que se dedicaba a fabricar cuchillos.

Se supo, además, que el chico tenía una relación conflictiv­a con Raúl, la pareja de su mamá. Además, advirtiero­n, tenía un problema de adicciones y destreza para manejar armas blancas. A pesar de esas caracterís­ticas, tampoco descartan que haya sido testigo o víctima del asesino de su familia.

Raúl era remisero y oriundo de San Luis. Hace varios años que mantenía una relación con Graciela, aunque con “idas y vueltas”, contaron amigos de la víctima.

Graciela tuvo siete hijos, tres varones y cuatro mujeres. La relación con Exequiel era algo que preocupaba a su pareja. “Raúl fue una excelente persona. Muy respetuoso, amable y sensato. El chico era adicto, ya habían tenido agresiones con Raúl. Yo lo único que pido es que se haga justicia por una muerte tan injusta, salvaje y cruel”, dijo a Clarín una amiga de la víctima.

“Yo no lo acuso de nada, pero hay que tomarle testimonio porque vivía en la casa”, aclaró el fiscal Martini que dijo que aún no hay una hipótesis clara de qué fue lo que ocurrió ni cuál pudo haber sido el móvil del crimen.

“La relación de familia no era muy buena aparenteme­nte, tenían problemas pero como en todas las familias, tenemos que seguir indagando”, explicó Martini con cautela. Y agregó: “El menor vivía ahí también con ellos pero todavía no se sabe nada, parece que hacía días que no estaba, se lo está buscando para hablar con él y saber qué pasaba”. ■

El joven desapareci­ó. Investigan si fue autor del triple crimen o logró escapar del ataque.

 ??  ?? Juntos. Raúl Bravo (58), Graciela Holsbak (53) y Alma (5), las víctimas, recibieron 2020 con parte de su familia.
Juntos. Raúl Bravo (58), Graciela Holsbak (53) y Alma (5), las víctimas, recibieron 2020 con parte de su familia.

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