A 20 años del peligroso Y2K que acabaría con el mundo
Hace pocos días se cumplió un nuevo aniversario de cuando en 1999 el mundo informático advirtió el peligro del efecto Y2K y sus posibles dramáticas consecuencias internacionales.
Se trataba sencillamente de que los ordenadores (computadoras, notebooks y otros aparatos electrónicos) incluían en sus softwares, el tratamiento de las fechas en pares, es decir que el primero de enero de 1999 se tomaba como 01/01/99. Al llegar al año 2000, de continuar con ese sistema, todo se retrotraería 100 años y produciría serias confusiones y desajustes. El efecto se expandiría a todo aquello manejado por sistemas informáticos diseñados de a pares, que eran la mayoría de los existentes en el mercado internacional. A modo de ejemplo, en ese momento se conoció el caso de una señora de 102 años que recibió una oferta de un colegio ofreciéndole una vacante para un jardín de infantes. ¿Qué pasó? El sistema del colegio había supuesto que la mujer tenía 2 años, en vez de 102 ,como consecuencia del efecto Y2K.
En todas las actividades se prendió la luz de alarma. En particular, las compañías de seguros advirtieron el riesgo, ya que aparecían simulaciones en las que alguien podría haber fallecido antes de nacer. Es un ejemplo extremo, pero los problemas eran múltiples ya que las fechas, estadísticamente y actuarialmente, podrían entrar en crisis.
Algunas organizaciones reguladoras de bancos y empresas de seguros dictaron resoluciones que establecían que, para operar, los programas debían ser aptos para generar el cambio de fechas que se produciría el 01/01/2000.
Las profecías apocalípticas se multiplicaban. En particular, la empresa seguradora que yo dirigía recibió una delegación desde su accionista mayoritario con sede en Londres, Inglaterra, para tratar este tema, lo que mostraba la preocupación que generaba esa situación.
Finalmente, se pudieron efectuar los cambios para que se mostraran los años en cuatro dígitos (1999 en vez de 99) con lo que el problema fue superado, no sin un arduo trabajo. La situación había sido dramática y se generaron crisis increíbles en todo el mundo financiero y asegurador.
Hoy, 20 años después, miramos el tema como una hecho casi gracioso, pero en su momento pudo paralizar los negocios en todo el mundo.
Y todo como consecuencia de que los datos del año en las fechas se había incluido en los software con dos dígitos para ahorrar espacios sin prever que inevitablemente el año 2000 estaba más cerca de lo que se podía prever. Quedó como una anécdota, pero hoy todavía hay aseguradoras que incluyen en sus contratos la denominada Clausula Y2K que las exime de responsabilidad por daños que se pudieran producir por esas deficiencias de los programas informáticos.