Cuando la modernidad no convence a todos
Un símbolo de vejez, es no reconocer y no aceptar los “modernismos” de las siguientes generaciones. Entonces nos damos cuenta de que estamos viejos. Hay cosas que pasan a ser todo lo contrario de lo que nos enseñaron de chicos. No hablo de tradiciones ancestrales. Eso lo aceptamos. Lo que se nos queda como un carozo trancado en la garganta son las actitudes de las chicas jóvenes. Lo que vemos en la TV no es entretenimiento sino mal gusto. En un horario antes de las 22, vemos a un panel de cuatro o cinco personas entrevistando a una joven de 21 años, comentando las “aventuras” que tuvo con un personaje de efímera fama. ¿Qué hizo para tenerla? Convivió con una seudo vedette que le doblaba la edad. Inflada como globo de cumpleaños y vacía como tal. Eso “roba” cámara. ¿Eso es lo que el público quiere o lo que los directores de TV suponen quiere? Es la degradación, humillación, envilecimiento, deshonra y degeneración de la mujer. Pero eso vende. El cigarrillo, las bebidas cola, la cerveza entraron en el público consumidor, por la propaganda que se hizo. El tabaco fue como un símbolo del macho, las bebidas como el símbolo de la juventud y la cerveza como algo piola. Luego se los quiere combatir ya que son perjudiciales para la salud. El tabaco, con el tiempo mata. La cerveza, marea y las bebidas cola tienen ingredientes misteriosos. Las personas se volvieron adictas y lo mismo está sucediendo con el sexo. Las películas porno, son como de Disney. No pidamos honradez si no lo somos. No permitamos la propagación de la pornografía. ¿O las autoridades también son adictos a esas cosas?