Más complicado
Harvey Weinstein Productor de cine. Durante el juicio por abuso sexual, una testigo relató cómo en febrero de 2013 la atacó en un baño y se masturbó frente a ella. Las denunciantes afirman que ofrecía trabajo y fama a cambio de sexo.
La modelo y actriz filipino-estadounidese Lauren Young, la última testigo de la Fiscalía de EE.UU. en el caso por abusos contra el productor de cine Harvey Weinstein, narró ante el jurado como, en febrero de 2013, el empresario la encerró en un baño, la manoseó y se masturbó delante de ella.
Young, que hoy tiene 30 años, indicó que tras haberse encontrado con el acusado en un bar del hotel Montage Beverly Hills (Los Ángeles), él la invitó a su habitación, la condujo al baño y la asaltó sexualmente.
La actriz es la última de las seis testigos, incluidas las dos denunciantes, que la Fiscalía convocó para intentar demostrar que Weinstein es culpable de los cinco cargos de abuso sexual que se le imputan, dos de ellos de violación, y argumentar que siguió un patrón de conducta depredador.
“Me agarraba el pecho derecho con la mano izquierda y se masturbaba con la mano derecha diciendo: ¿cómo voy a saber si puedes actuar?”, dijo Young, citada por varios medios locales. Weinstein luego habría añadido: “Esto es lo que hacen todas las actrices para abrirse paso”. Además de testificar en Nueva York, Young es una de los dos principales testigos de otro caso abierto por acoso sexual contra Weinstein en Los Ángeles.
Antes de ella, comparecieron la actriz Annabella Sciorra, que narró cómo el productor la violó en 1993; la ayudante de producción Mimi Haley, que aseguró haber sido violada en dos ocasiones por él; y Jessica Mann, que también lo acusó de violación.
Además, subieron al estrado Dawn Dunning, que en 2004 era camarera y aspirante a actriz, y relató que Weinstein la penetró con los dedos sin su consentimiento; y Tarale Wulff, quien relató que Weinstein se masturbó frente a ella en el restaurante donde trabajaba en 2005.
La acusación de los fiscales se sustenta sobre los testimonios de Mann y Haley. Las otras cuatro mujeres se sentaron en el estrado para intentar convencer a los doce miembros del jurado de que Weinstein actuaba siguiendo un mismo patrón: ofrecer oportunidades en la industria del cine a cambio de sexo y utilizar su poder para forzar a sus víctimas.
La defensa de Weinstein ha intentado desacreditar a las testigos, buscando sus inconsistencias e incluso, como en el caso de Mann, acusándolas de intentar manipular al productor para conseguir trabajo. Hoy continuarán las audiencias. ■