Muere por el virus el médico que alertó sobre la crisis y fue censurado
Epidemia. Se había contagiado trabajando en el hospital de Wuhan. Fue el primero en advertir el peligro del coronavirus. Lo acusaron de “perturbar el orden social”.
El médico chino Li Wenliang, uno de los ocho especialistas que trató de advertir sobre la aparición del coronavirus, murió este jueves en la ciudad de Wuhan tras no poder superar el virus. El profesional se había convertido en una especie de héroe nacional al enfrentar la burocracia china y luchar para evitar la propagación de la enfermedad.
Wenliang tenía 34 años, un hijo y su esposa está embarazada. “Estamos profundamente tristes. Tenemos que celebrar el trabajo que hizo en la lucha contra el coronavirus”, señaló el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, al confirmar en Ginebra su fallecimiento.
El oftalmólogo cobró fama en su país porque fue el primero en advertir la gravedad del virus. El 30 de diciembre, cuando las autoridades sanitarias minimizaban el tema, alertó a través de las redes sociales a sus compañeros que debían adoptar medidas de protección ante esta nueva enfermedad misteriosa.
Sólo cuatro días después un grupo de funcionarios de la Oficina de Seguridad Pública china lo fueron a ver para advertirle que había cometido una falta grave. Lo obligaron a firmar una nota en donde lo acusaban de “hacer comentarios falsos” y de “perturbar severamente el orden social”. Hasta ese momento las autoridades sanitarias chinas afirmaban que el contagio era de animales a humanos.
Sin embargo, al poco tiempo se descubrió que Wenliang tenía razón y que había contagio de humano a humano. Los funcionarios del gobierno chino tuvieron que pedir disculpas al especialista y admitieron que hubo graves fallas en el tratamiento de la crisis.
Mientras tanto, Wenliang seguía trabajando frenéticamente contra la epidemia. El 10 de enero comenzó a tener síntomas del coronavirus, como tos fuerte y fiebre alta. Dos días después lo internaron. Sus padres también se habían contagiado.
Pese a su situación, el médico continuó hablando de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus a través de las redes sociales. La foto de su rostro, con máscara de oxígeno y la cédula de identidad, se hizo viral en las redes chinas. La gente lo veía como un profesional valiente que desafíaba el poder local por una “noble causa”.
Su muerte, inclusive, estuvo rodeada de confusión y polémica. Al conocerse la información por medios locales, se multiplicaron en las redes sociales las críticas a las autoridades chinas por no haberlo escuchado a tiempo. Pero rápidamente las autoridades del hospital Central de Wuhan salieron a negar la noticia. Dijeron que si bien el oftalmólogo había sufrido un paro cardíaco, no había muerto, sino que había sido conectado a un respirador artificial.
Recién horas después admitieron oficialmente su deceso por la cuenta del hospital. “En la lucha contra la epi
Se había convertido en un héroe nacional por enfrentar la burocracia y desafiar al poder local
demia de neumonía que trae consigo el nuevo coronavirus, nuestro oftalmólogo Li Wenliang desafortunadamente resultó infectado. Ha fallecido a pesar de todos los esfuerzos llevados a cabo para reanimarlo. Lamentamos profundamente su muerte”, indicó el centro sanitario. Para muchos, se trató de una maniobra que tenía como objetivo frenar momentáneamente la ola de indignación en las redes sociales, que estaba escalando.
Lo cierto es que su caso dejó al descubierto las fallas cometidas por las autoridades chinas en la primera etapa de esta epidemia. ■