“Argentina cosechó apoyos, pero para los bonistas, negocios son negocios”
Experto. Carlos Winograd ve posible un acuerdo. Dudas por la complejidad del espacio político de Alberto F.
Muchas veces como protagonista y otras como testigo, Carlos Winograd ha seguido numerosas negociaciones de deudas soberanas. Recibió al presidente Alberto Fernández y al canciller Felipe Solá en la Universidad de París en su gira por Francia. Consultor de numerosas compañías en su Argentina natal y en otros países, Winograd, profesor de Economía de la Escuela de Economía de París y de la Universidad d’Evry, y ex Secretario de Comercio, señaló a Clarín que el resultado de los encuentros del Presidente en Europa fue “muy alentador”. Según su razonamiento, ha aumentado el espacio de interés que genera Alberto Fernández en Europa. El liderazgo de Jair Bolsonaro para los europeos es conflictivo y el de Juan Manuel López Obrador, jefe del Estado mexicano, pese a su retórica, está muy concentrado en la relación con Estados Unidos. “Eso aumenta el espacio de escucha a Fernández, pero aquí siguen con atención la complejidad de su espacio político”, dijo a Clarín desde París. -¿Qué se advierte?
-El Presidente ha cosechado el apoyo afectivo de un líder espiritual como el Papa Francisco y la atención de los líderes europeos Todos están interesados en que se cierre de manera razonable el tema de la deuda en Argentina. Y esos apoyos ayudan en la negociación con el FMI sin desconocer el rol de primer orden de la administración Trump. Pero para los acreedores privados business is business. Los números mandan en ese tipo de negociación. -¿Qué incentivos pretenden los bonistas para acordar?
-A nadie le conviene pasar a pérdida los bonos argentinos. Los acreedores buscan un plan que implique que Argentina pueda pagar y les permita a ellos una recuperación patrimonial en el valor de sus bonos, hoy en niveles muy bajos. Hay oportunidad para un acuerdo que beneficie a las dos partes. Es complejo pero realizable. -Trascendió la queja acerca de la falta de un plan por parte de Argentina...
-En las negociaciones de deuda hay una secuencia clásica en la que primero se acuerda con el FMI y luego en base a ese plan se negocia con los bonistas. El gobierno argentino negocia bilateralmente sin una secuencia evidente. La estrategia clásica no es obligatoria pero los números son inevitables. Hay que tener en cuenta que esto empezó hace poco.
-¿Cómo observa al ministro Martín Guzmán?
-Transmite un enfoque macroeconómico consistente, indispensable para encarar la negociación. Mi inquietud es que se pueda repetir un problema de descoordinación de la diferentes áreas de la gestión económica, como ya ha sucedido reiteradamente en nuestro país. El gobierno tiene problemas complejos para resolver que no se agotan en la deuda si bien una negociación exitosa es condición necesaria para un plan de mediano plazo. Pasar de forma gradual de una elevada inflación a una economía de baja inflación requiere un alto grado de coordinación en tarifas, tipo de cambio, consistencia fiscal y monetaria. ■